Brucelosis humana
La brucelosis es una enfermedad bacteriana que puede transmitirse al ser humano por animales infectados, sobre todo cabras y ovejas. Conoce sus factores de riesgo y las medidas preventivas para evitar contagios.

Tratamiento de la brucelosis

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El tratamiento de la brucelosis consiste en la administración de una combinación de antibióticos. Ningún antibiótico elimina por sí solo la infección de forma eficaz. Antes de aplicar cualquier tratamiento, el médico debe identificar el alcance de la infección, es decir, debe valorar la presencia de localizaciones focales y complicaciones como meningoencefalitis o endocarditis; en este último caso, al tratamiento con la medicación habitual (rifampicina y doxiciclina) se le añadirá un tratamiento con un tercer antibiótico (normalmente tetraciclina o un aminoglucósido).

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El objetivo del tratamiento es, además de reducir el periodo sintomático de la enfermedad, evitar la aparición de complicaciones tales como la localización focal de la patología, y disminuir al máximo la aparición de recidivas.

La duración recomendada del tratamiento de la brucelosis es de un mínimo de seis semanas; en los casos que presentan localizaciones focales, puede prolongarse algo más en función de la evolución de los síntomas.

Como todos los tratamientos de larga duración, el de la brucelosis presenta el problema del abandono del mismo. Es de suma importancia llevar a cabo el proceso completo ya que, si ya de por sí esta enfermedad presenta una alta tasa de aparición de recidivas, un seguimiento incompleto del tratamiento equivaldrá prácticamente a la ausencia del mismo.

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En los pacientes que cumplen con las dosis y el periodo prescritos la aparición de recidivas depende sobre todo de la presencia de localizaciones focales. La medicación que se aplicará en el caso de que se presente una recidiva será la misma que la del tratamiento inicial, dado que Brucella tiene la característica (al menos por el momento) de no presentar resistencias a ninguno de los antibióticos empleados para combatirla (en ocasiones las bacterias se hacen resistentes a antibióticos a los que han sido expuestas previamente).

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