Bulimia
La bulimia es el trastorno alimentario más frecuente en adultos, y afecta ya a más del 2% de las adolescentes entre 14 y 18 años. Conoce cómo prevenirla y evitar sus graves consecuencias sobre la salud.

Prevención de la bulimia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Hablamos de un peligroso trastorno de la conducta alimentaria, que tanto jóvenes como adultos deberían evitar. Estos consejos deberían ser tomados en cuenta por todo aquel que quiera prevenir la bulimia:

  • Descubre qué te gusta de tu cuerpo, recuérdalo, y potencia ese atractivo con la ropa que mejor se adapte a tu físico. También puedes disimular los aspectos negativos. Es normal que ciertas partes del cuerpo no te agraden, y querer mejorar o esconder esos defectos no es malo, siempre que no se convierta en una obsesión.
  • No te compares con los demás. El físico es, sobre todo, cuestión de genes, y aunque se puede mejorar practicando deporte y con una dieta equilibrada, la estructura ósea y la estatura no se pueden modificar. Aprende a sentirte cómodo con tu físico porque esa seguridad se transmite y resultarás más atractivo.
  • Conoce y valora tus cualidades, y muéstralas cuando conozcas gente nueva. Cuando alguien es simpático, ingenioso, amable, dice cosas interesantes y sabe escuchar, el físico queda en un segundo plano.
  • No critiques la apariencia de los demás. Valóralos por sus cualidades y su carácter, al margen de su belleza.
  • Si te sientes mal con tu cuerpo, no comiences una dieta por tu cuenta sin consultar primero con un profesional. No te aísles, habla con tu familia y amigos. Siempre hay alternativas para mejorar sin necesidad de caer en hábitos perjudiciales para tu salud, que son un problema grave y no una solución.

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Existe o debe existir un compromiso de toda la sociedad, medios de comunicación, educadores, etcétera de reflejar los hábitos saludables de vida no mediante la pérdida de peso o cuerpos delgados, sino sanos. Fomentar el ejercicio regular y adaptado a cada persona, el consumo de dieta variada y equilibrada, evitando el consumo de alcohol y tabaco, como pilares de una vida saludable.

La vigilancia familiar y escolar de situaciones de riesgo en etapas como la adolescencia es de vital importancia para detectar precozmente cualquier inicio de estas conductas.

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