Diagnóstico del cáncer óseo
Médico de Familia
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
El diagnóstico del cáncer óseo se realiza mediante las siguientes técnicas:
Radiología simple
La radiología simple es la técnica de imagen más útil para el diagnóstico de los tumores óseos; además, la imagen radiológica suele orientar sobre la benignidad o malignidad de las lesiones.
Las lesiones benignas suelen tener un patrón bien delimitado (llamado geográfico), sin embargo, en las malignas se mezcla el tejido sano con el enfermo (patrón permeativo) o se observa una alteración del tejido (patrón destructivo). Algunos tumores agresivos también pueden originar la formación de hueso, apareciendo finas láminas superpuestas (imagen en capas de cebolla), o calcificaciones .
A menudo se puede establecer un diagnóstico de sospecha basado en la localización y el aspecto radiológico de la lesión.
TAC y Resonancia magnética
La tomografía axial computarizada se utiliza en algunos casos, pero la que más información aporta y, por lo tanto, la que más se usa, es la resonancia magnética. A veces con esta prueba se llega al diagnóstico; para ello hay que obtener imágenes de todo el hueso afectado. Además, se trata de la técnica de elección para el estudio y planificación de la intervención quirúrgica de las lesiones tumorales agresivas o malignas.
Biopsia
En muchos casos no se llega al diagnóstico definitivo hasta que se realiza una biopsia. La muestra puede obtenerse mediante punción-aspiración o por biopsia quirúrgica, (que puede ser de una muestra, o mediante la extracción de todo el tumor en el mismo momento, pero esto último solo se hace en caso de tumores benignos).
Estudios de extensión
El pulmón es el lugar más frecuente de metástasis de los tumores malignos óseos, por lo tanto, en todos los pacientes se realizan radiografía simple y TAC de tórax y, en algunos casos, TAC abdominal y pélvico. La gammagrafía también puede ser útil en determinados casos.
Creado: 14 de diciembre de 2010