Relacionados con los síntomas antes mencionados, pueden existir en el paciente oncológico múltiples complicaciones derivadas de la presencia del tumor, y que pueden requerir una actuación urgente por parte de los especialistas médicos, bien porque exista compromiso vital, o bien para evitar posibles secuelas.
Estas son las complicaciones del cáncer más habituales:
- Síndrome de vena cava superior: es la expresión clínica de la obstrucción parcial o completa del retorno venoso a través de la vena cava superior hacia el corazón. Las causas más frecuentes son el cáncer de pulmón y los linfomas.
- Taponamiento cardiaco: es la acumulación de líquido en la cavidad pericárdica, en cantidad suficiente como para producir dificultad grave de la entrada de sangre en los ventrículos. La causa más frecuente es el derrame pericárdico secundario a afectación tumoral del pericardio.
- Obstrucción intestinal: es una complicación frecuente en estadios avanzados de pacientes con carcinoma colorrectal, ovario, gástrico, páncreas, útero y vejiga. Suele relacionarse con una masa intraabdominal, y se asocia a criterio de mal pronóstico.
- Síndrome de hipertensión intracraneal: consecuencia de la presencia de lesiones ocupantes de espacio intra o extracerebrales (metástasis cerebrales o tumores primarios del cerebro).
- Síndrome de compresión medular: provocado por una lesión neoplásica situada por fuera de la meninge duramadre. La causa más frecuente de este cuadro es el cáncer de pulmón en el varón y el cáncer de mama en la mujer.
- Complicaciones metabólicas: alteraciones del calcio, sodio, ácido úrico, etcétera.
- Enfermedad tromboembólica venosa: los pacientes con cáncer tienen un riesgo elevado de trombosis venosa profunda (TVP) y tromboembolismo pulmonar (TEP). Las causas son múltiples: la liberación por el tumor de sustancias que activan la coagulación, la compresión extrínseca de tejidos, la inmovilización, las intervenciones quirúrgicas, la quimioterapia y la inserción de catéteres venosos centrales.