Qué son las cataratas
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 23 de diciembre de 2022
Las cataratas se definen como una pérdida de transparencia del cristalino o, lo que es lo mismo, un proceso de opacificación del mismo, que tiene como consecuencia la disminución de la capacidad visual del paciente debida al descenso en el número de rayos de luz que inciden sobre la córnea. El cristalino actúa en el ojo como una lente transparente que permite enfocar los objetos para aumentar su nitidez pero, al perder su trasparencia progresivamente debido a determinadas enfermedades, o simplemente por el paso de los años, pierde también su capacidad de enfoque. Cuanto mayor es el avance de la catarata (mayor pérdida de trasparencia) mayor es la pérdida de visión.
Generalmente, todas las personas a partir de los 60 años tienden a desarrollar cierta opacificación del cristalino, sin embargo, se ha demostrado que un 50% de las personas de 65 a 74 años de edad, así como el 70% de las personas mayores de 75 años, presentan cataratas en mayor o menor grado de severidad.
Las cataratas son la principal causa de pérdida de visión a partir de la sexta década de la vida, y con el aumento de la esperanza de la misma, supone un incremento notable del número de cirugías para corregirlas. Pueden existir también cataratas congénitas en los niños, secundarias a traumatismos de los ojos, secundarias a enfermedades como glaucoma, uveítis o patologías sistémicas como el síndrome de Down.
Fisiología de la visión
Cuando un rayo de luz incide sobre el ojo lo primero que encuentra es la córnea. Tras la córnea el rayo luminoso debe atravesar la cámara anterior, que se encuentra rellena de un líquido denominado “humor acuoso”. El humor acuoso, unido a la córnea, actúa como una lente concentradora que convierte el rayo de luz en una especie de cono luminoso cuyo vértice se encuentra dirigido hacia el interior del globo ocular.
Posteriormente el rayo luminoso encuentra el iris, que tiene un orificio central (pupila), que aumenta o disminuye su diámetro en función de la intensidad y cantidad de luz que es preciso penetre en el interior del ojo. A través de la pupila el rayo luminoso pasa al cristalino, que es un pequeño órgano biconvexo totalmente trasparente, similar a una lente de aumento variable gracias a la capacidad de modificación de su curvatura. Una vez traspasado el cristalino, la luz debe atravesar una masa gelatinosa clara denominada humor vítreo. Este líquido rellena el interior del ojo desde el cristalino hasta la retina. Por último, el rayo de luz llega inalterado hasta la retina, que es una membrana sensible transparente, ubicada en la zona posterior del ojo, sobre la que se dibuja la imagen proyectada por el cristalino, y que se encuentra invertida respecto a la imagen original; el cerebro es el encargado de corregir esta alteración de imagen del mundo externo y procesarla.
Qué origina las cataratas
En el proceso de visión normal, los rayos de luz que penetran en el ojo sufren un proceso de refracción a través de la córnea y el cristalino. En este proceso, los rayos son enfocados exactamente en la retina, lo que provoca que la visión sea nítida y el objeto se perciba perfectamente.
Sin embargo, en el ojo con cataratas, el proceso de refracción en el cristalino se encuentra alterado, con una disminución de los rayos solares que pasan al interior del ojo. Esto origina que la capacidad de visión sea menos potente y se aprecie una menor definición de los colores y formas del objeto, al llegar menos información (menos rayos de luz) a la córnea para su procesamiento.
Creado: 21 de julio de 2010