Diagnóstico de una crisis de pánico
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 28 de junio de 2022
Algunas personas experimentan crisis de pánico de forma frecuente presentando miedo o inquietud ante la posible repetición de la misma o por las consecuencias que las crisis pudieran tener para la salud. Cuando esto es así, y no es debido a ninguna enfermedad médica o consumo de sustancias, se considera que la persona ha desarrollado un trastorno de angustia.
Este problema de ansiedad produce cambios significativos en la vida del paciente. El principal de todos, tiene que ver con el hecho de que la persona evita o soporta con un alto nivel de malestar situaciones donde si aparece la crisis de pánico resulta difícil o embarazoso escapar o bien puede no disponer de ayuda.
Este hecho ocurre en la gran mayoría de los pacientes con trastorno de pánico. Cuando esto ocurre, se considera que además del diagnóstico anterior la persona ha desarrollado agorafobia. Entre las situaciones típicamente agorafóbicas se encuentran estar solo fuera de casa, viajar en avión, metro o tren, ir a lugares donde hay mucha gente (por ejemplo centros comerciales, conciertos, restaurantes) o alejarse de zonas de seguridad (ir a la montaña donde puede no haber un hospital cerca, etcétera).
De manera práctica se tiende a evaluar este trastorno en base a una escala conocida por la Escala de severidad del trastorno de pánico, que contempla 7 puntos tales como la frecuencia de los ataques, la intensidad de estos, ansiedad anticipatoria, etcétera, asignándoles una puntuación. Asimismo, se deben cumplir 4 o más criterios (DSM IV) de los descritos en el apartado anterior. Y como se expuso anteriormente, deben quedar excluidas otras enfermedades somáticas que puedan provocar los mismos síntomas.
Creado: 12 de enero de 2011