Carbono negro, cómo afecta al cambio climático y la salud

El carbono negro es el responsable del 16% del calentamiento global y el segundo mayor contaminante atmosférico tras el CO2. Reducir sus emisiones es clave para frenar el cambio climático y mejorar la salud de la población.
Pila de neumáticos usados

Los científicos consideran al carbono negro responsable del 16% del calentamiento global

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El black carbon (BC) o carbono negro está considerado como el segundo mayor contaminante atmosférico tras el dióxido de carbono (CO2). Estudios internacionales le consideran responsable del 16% del calentamiento global, porque tiene la capacidad de absorber la radiación solar e irradiarla de nuevo en la atmósfera en forma de calor, afecta también a la formación de nubes y los patrones de lluvias, y cuando se deposita sobre la tierra puede favorecer que el hielo y la nieve se derritan.

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El carbono negro es un residuo resultante de la combustión incompleta o ineficiente generada por diversas fuentes (transporte, biomasa, industrias del sector energético), que forma partículas de diferentes tamaños que, a pesar de que permanecen durante poco tiempo en la atmósfera, son responsables en gran parte de la mala calidad del aire que respiramos, que tiene un gran impacto sobre la salud ya que, solo en Europa –según datos de la Comisión Europea– provoca unas 600.000 muertes al año, muchas más que las que causan los accidentes de tráfico.

Reducir las emisiones de carbono negro

Reducir las emisiones de carbono negro, o negro de carbón, como también se le conoce, no solo contribuiría a mitigar el cambio climático, sino también los efectos perjudiciales que tiene esta sustancia para la salud, ya que se ha comprobado que disminuye significativamente la esperanza de vida de la población al aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias graves.

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La ventaja del carbono negro frente a otros contaminantes como el CO2 es que el periodo de permanencia en la atmósfera es corto, de semanas y no años, por lo que si se reducen sus emisiones, el impacto que esto tendrá sobre el calentamiento global se podrá observar a más corto plazo, y la disminución de la temperatura será más rápida de lo que se conseguiría con una reducción similar de las emisiones de metano o CO2.

El carbono negro aumenta el calentamiento global y disminuye la esperanza de vida de la población, porque incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias graves

En la mayoría de los países desarrollados, como explica Kepa Solaun, director general de Factor CO2 (consultora especializada en soluciones frente al calentamiento global), ya se han establecido regulaciones sobre este tipo de emisiones, y existen medidas de bajo coste, como utilizar filtros en motores diésel, o apostar por el transporte público o por medios no motorizados como la bicicleta para los desplazamientos en la ciudad, muy sencillas de poner en práctica para reducir los niveles de carbono negro.

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En cuanto a los países en vías de desarrollo, que en los últimos años se han convertido en los principales emisores de este contaminante, es fundamental implementar sistemas eficientes de uso de biomasa, o sustituirlos por recursos energéticos cuya combustión emita menor cantidad de carbono negro; por ejemplo, cambiar las cocinas tradicionales por otras modernas, lo que también supondría un importante beneficio para la salud de las personas.

El carbono negro está en el aire y circula alrededor del globo terrestre. Fuente: NASA

Creado: 7 de octubre de 2014

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