Cervezas artesanales, elaboración natural y sin aditivos
Actualizado: 15 de marzo de 2024
La cerveza siempre está de moda, y más cuando el calor aprieta, pero el abanico para elegir es cada vez más amplio. Entre todas ellas, se han hecho un hueco cada vez más importante las cervezas artesanales, o craft beers, otra opción más para degustar esta bebida tan refrescante y cuyo consumo moderado se asocia con diversos componentes saludables. Y es que, las cervezas artesanas se elaboran con ingredientes como malta de cebada, lúpulo, levadura y azúcar integral de caña, y su fermentación es natural, por lo que contienen sedimentos de levadura –fuente de vitaminas y minerales–.
¿Qué se considera una cerveza artesanal?
Lejos de la producción masiva y los sabores estandarizados, la cerveza artesanal es una obra maestra líquida, creada por maestros cerveceros que son verdaderos artistas de la malta y el lúpulo. Se trata de productos selectos de gran calidad y naturales, libres de conservantes o aditivos, con una producción muy inferior a las de fabricación industrial, pero que también se comercializan en una gran variedad de estilos y sabores: rubias, tostadas, negras, ale, lager…, y se pueden encontrar con diferentes graduaciones alcohólicas. Hasta existe cerveza artesanal para celiacos –personas con intolerancia al gluten– que se hace con maíz en vez de cebada.
Pero, ¿qué hace exactamente a una cerveza ser considerada "artesanal"? En esencia, es aquella cerveza que se elabora prestando especial atención a la calidad, el sabor y las técnicas tradicionales. Las cervecerías artesanales son como pequeños laboratorios de sabor, donde se experimenta con distintos tipos de malta, lúpulo, levadura e incluso ingredientes inesperados como frutas, especias y hierbas. Esto resulta en una impresionante variedad de estilos y sabores, desde la profundidad y complejidad de una Stout hasta la frescura y efervescencia de una Pale Ale.
Las cervezas artesanales se elaboran de forma natural y sin aditivos, y se comercializan en una gran variedad de estilos y sabores
La cerveza artesanal es también un reflejo de su comunidad. Muchas cervecerías artesanales se enorgullecen de utilizar ingredientes locales, apoyando a los productores de su entorno y creando cervezas que reflejan el carácter y el gusto de su región. Es una forma líquida de arte que conecta a las personas con la tierra y las tradiciones de su localidad. Además, detrás de cada cerveza artesanal hay una historia. Podría ser la pasión de un maestro cervecero que dejó todo para seguir su sueño de crear la cerveza perfecta, o quizás el renacimiento de una receta olvidada que data de siglos atrás.
Tipos de cervezas artesanales
El mundo de la cerveza artesanal es vasto y diverso, ofreciendo una amplia gama de estilos que pueden satisfacer casi cualquier paladar, pero principalmente se pueden clasificar en dos grandes familias según su tipo de fermentación: Ale y Lager. Esta distinción se debe al tipo de levadura utilizada y a las temperaturas a las que se fermentan. Aquí te detallo cómo encajan los diferentes estilos dentro de estas dos categorías:
Cervezas Ale
Las Ales son algunas de las cervezas más antiguas del mundo, conocidas por su fermentación a temperaturas más altas, generalmente entre 15°C y 24°C (60°F y 75°F), que les da sabores y aromas frutales o especiados. Dentro de este grupo, encontrarás una gran variedad de estilos:
- Pale Ale: equilibrada, con un buen juego entre malta y lúpulo.
- India Pale Ale (IPA): mayor amargor y fuerte presencia de lúpulo.
- Porter: oscura, con sabores de malta tostada, café y chocolate.
- Stout: similar a la Porter pero más robusta, con sabores aún más intensos de malta tostada.
- Belgian Style: incluye Dubbel, Tripel y Saison, conocidas por su complejidad aromática y a menudo mayor contenido alcohólico.
- Sour Ales: con su acidez distintiva, como Berliner Weisse y Gose.
Cervezas Lagers
Las Lagers se fermentan a temperaturas más bajas, entre 7°C y 13°C (45°F y 55°F), lo que resulta en una fermentación más lenta y una cerveza más limpia y suave. La levadura de Lager tiende a asentarse en el fondo del fermentador. Dentro de las Lagers, encontramos:
- Pilsner: clara, con un distintivo amargor de lúpulo y un acabado crujiente.
- Helles: más suave y maltosa, con menos amargor que la Pilsner.
Estilos híbridos y especiales
Algunos estilos pueden cruzar las líneas entre Ale y Lager o no encajar perfectamente en ninguna de las dos categorías debido a técnicas de fermentación únicas, uso de ingredientes especiales o procesos de envejecimiento. Por ejemplo, las cervezas envejecidas en barrica y las cervezas con adiciones de frutas, especias o hierbas pueden ser originalmente Ales o Lagers pero adquieren características únicas debido a estos procesos adicionales.
Esta división en Ale y Lager es una forma útil de comprender el vasto mundo de la cerveza artesanal, pero siempre hay excepciones y nuevas innovaciones que desafían estas categorías. La exploración y experimentación son parte esencial de la cultura cervecera artesanal, creando un paisaje siempre cambiante de sabores y estilos.
‘Homebrewers’: qué necesitas para ser un cocinero de cerveza
Si te gusta la cerveza artesana, ¿por qué no hacerla tú mismo en casa? Puedes dar un curso (hay desde talleres de un día, a otros más avanzados de perfeccionamiento que pueden durar meses), o aprender con un tutorial por Internet o siguiendo las instrucciones que incluyen los kit que comercializan algunas empresas, y comprobar tu destreza y creatividad como homebrewer, el término con el que se conoce a las personas aficionadas a elaborar la cerveza en su hogar. Pero, ¿qué se necesita para unirse a este noble gremio de maestros cerveceros caseros?
Elaborar cerveza casera con un toque personal es una afición divertida que no requiere grandes conocimientos previos, y con la que puedes sorprender a tus familiares y amigos. Para hacer de tu cocina tu fábrica particular necesitarás una olla de acero inoxidable con una capacidad mínima de cinco litros (o en términos cerveceros, una olla de macerado), una báscula de cocina, y botellas para embotellar el tesoro líquido que has creado, además de utensilios específicos para preparar la cerveza, como una probeta, un termómetro, una válvula de fermentación o un densímetro, entre otros, que puedes adquirir por separado o en kit (en Internet encontrarás muchas páginas en las que se vende todo lo necesario).
En cuanto a los ingredientes, la cerveza se hace con agua –casi en un 90%–, malta de cebada –el alma de la cerveza, que le da color y cuerpo–, lúpulo –clave para el aroma y su sabor amargo–y levadura –indispensable para su fermentación–. Por supuesto, puedes experimentar y crear tus propias recetas, imitando tus cervezas favoritas o aromatizándolas a tu gusto. Para ello, como alquimistas en sus talleres, puedes experimentar con todo tipo de ingredientes exóticos: frutas, especias, hierbas, e incluso maderas especiales para añadir complejidad a tus pociones. Cada ingrediente es una oportunidad para explorar, para crear una cerveza única que no solo sea deliciosa, sino también una expresión de tu creatividad y personalidad.
Recuerda que una vez embotellada hay que esperar como mínimo tres semanas para consumirla, pero los expertos recomiendan tener paciencia, porque a partir de un mes y medio la bebida ofrece mayor calidad y sabor. Ya solo falta alzar tu vaso y brindar. ¡Salud! O mejor dicho, para los fieles de la fiesta de San Patricio, Sláinte!
Creado: 9 de junio de 2015