Complejo de Cenicienta: el miedo a ser independiente
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La Cenicienta es una de las historias infantiles más populares, pero detrás de lo que parece ser un cuento inocente más se esconde un fenómeno psicológico muy común. Se trata del complejo de Cenicienta, que se puede explicar como la necesidad inconsciente de una mujer de tener una pareja que la cuide y la salve de su situación anterior.
Este término fue descrito de manera completa por Colette Dowling en su libro El complejo de Cenicienta, en el que lo define como el miedo a la independencia de las mujeres, que prefieren vivir bajo la sombra de su pareja y quedar delegada al cuidado de la casa, como ocurre en el cuento, y de los hijos. Esto hace que no se desarrollen lazos sanos entre la pareja, pues están basados más en una dependencia y una idolatraía, que en un amor sincero.
Se eligió como imagen el cuento de la Cenicienta porque resulta ser el paradigma perfecto sobre la mujer en apuros que es salvada por el hombre, que en la cabeza de las afectadas por este problema es el único que puede revertir su situación y que dará sentido a su existencia. Las mujeres con este complejo valoran su vida en función de si tienen pareja o no, y cuando están solteras buscan de manera insistente una nueva persona con la que entablar una relación amorosa, lo que se conoce como anuptafobia.
Las mujeres que tienen complejo de Cenicienta tienen una baja autoestima y piensan que solo un hombre puede darles la protección, seguridad y atención que creen necesitar
Es importante explicar que no se trata de un trastorno mental, pues este síndrome de la Cenicienta no se incluye en la psicología clínica ni psiquiátrica. Este fenómeno es más bien un patrón de comportamiento que puede derivar en insatisfacción, ansiedad y depresión, además de problemas como el trastorno límite de la personalidad o un trastorno de personalidad por dependencia, estos sí considerados como trastornos mentales.
El problema de intentar encajar en el zapato del hombre
Otra de las visiones de este problema se da cuando la mujer se empeña en intentar encajar en el zapato del hombre, es decir, deja todo a un lado para ser la pareja perfecta que quiere la otra persona. La psicoanalista Mariela Michelena nos explica que en muchas ocasiones ese zapato que muestra el que se piensa que es el príncipe, no se corresponde con cómo es esa mujer, sin embargo, por miedo a que la relación se acabe cede y se convierte en alguien que no es.
En el cuento original de esta princesa, una de las hermanastras llega a cortarse los dedos para que el zapato fuera de su talla, un hecho que describe perfectamente el síndrome de Cenicienta, explica Michelena que, aunque tiene la dependencia como rasgo característico común, es diferente al complejo de Cenicienta.
La educación, principal causa de este fenómeno psicológico
Según Colette Dowling, el complejo de Cenicienta puede estar causado por ciertas reglas de la sociedad o por la educación que han recibido desde pequeñas, un modelo de crianza en el que incita a los hombres a desarrollar todos sus potenciales mientras que a la mujer se le insta a que se preparen para ser buenas esposas, madres y amas de casa.
La mayoría de las mujeres que tienen este complejo lo desconocen, pues debido a su educación y a su entorno lo ven como algo normal. Pero, aunque pienses que no, también hay pequeñas sombras de este fenómeno psicológico en mujeres independientes, se puede identificar en frases como “ya no hay hombres de verdad” o “¿dónde estará mi príncipe azul?”.
El complejo de Cenicienta se observa en las mujeres que prefieren verse ciertamente anuladas por la otra persona a cambio de una estabilidad conyugal y un cuidado idealizado de la pareja, que piensa que va a recibir de su príncipe pero que en muchas de las ocasiones no ocurre. A pesar de la infelicidad que sienten muchas de estas mujeres, se resignan a vivir en ese estado, pues creen que solo los hombres le van a proporcionar la seguridad, la protección y la atención que creen necesitar.
Las féminas que presentan este problema suelen tener una autoestima muy baja, que hace que necesiten la aprobación de otra persona para sentirse realizadas, suelen ser dependientes, pues creen que no podrían valerse por sí mismas, y tienden a idealizar la pareja, pensando que un príncipe azul está destinado a encontrarla y que cuando lo hagan serán felices para siempre. Otro rasgo característico es el miedo que tienen estas personas a salir de la zona de confort, un sentimiento que les hace ser conformistas.
Cómo superar el deseo inconsciente de ser cuidada
Si te ves reflejada en estos síntomas y ves que no consigues la felicidad que tanto ansías debes saber que puedes cambiar esa forma de pensar. Para conseguir romper esta dependencia emocional te damos algunos consejos:
- Aprende a disfrutar de la soledad: los momentos en los que se está solo pueden aportar mucho, disfruta de ti, cuídate y reflexiona en esos ratitos contigo misma.
- Entrena tus emociones: trabaja tu independencia, te ayudará a sentirte mucho más fuerte y capaz de cualquier cosa. Identifica que es lo que te gusta hacer y hazlo, proponte nuevas metas que cumplir y ve a por ellas.
- Mejora tu autoestima: reconoce tus talentos y poténcialos, date cuenta de que puedes hacer grandes cosas sola y no dejes que nadie lo ponga en duda.
- No dependas de nadie: intenta tener una independencia económica que no te haga necesitar a nadie.
- Sal de tu zona de confort: atrévete a practicar ese deporte que siempre te llamó la atención o a realizar ese hobby que tanto te gusta, no te quedes estancada en la rutina.
- Pide ayuda profesional: si ves que tú sola no puedes revertir la situación, es recomendable que busques ayuda profesional, existen distintas terapias psicológicas que conseguirán que puedas sentirte mejor contigo misma y ser independiente, de esta manera si tienes una pareja será por amor, no por necesidad o dependencia.
Creado: 4 de diciembre de 2018