Cristalmina para heridas: cuándo usarla
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Tener un pequeño botiquín en casa con los productos básicos es clave para afrontar cualquier imprevisto, sobre todo si se tienen niños en casa, y evitar visitas innecesarias al centro de salud. Uno de los productos que lleva años y años ocupando espacio en este pequeño cajón desastre es la Cristalmina®, un antiséptico tópico para desinfectar las pequeñas heridas o quemaduras leves inevitables en el día a día. Aunque conviene ser cuidadosos, pues no siempre está recomendado su uso. Sigue leyendo y descubre cuándo sí y cuándo no recurrir a la Cristalmina.
Qué es la Cristalmina® y para qué sirve
La Cristalmina® (10 mg/ml) es un fármaco de uso tópico que en España se vende sin receta, y cuyo principio activo es el digluconato de clorhexidina. Seguro que este compuesto te suena de haberlo visto en colutorios, y es cierto, pero la diferencia con la de uso tópico es que la bucal es mucho menos concentrada. Tal y como nos cuenta Marina Peláez Agudo, miembro del Grupo de Pacientes y Ciudadanía de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), la clorhexidina está incluida en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Concretamente, “la clorhexidina es uno de los mejores antisépticos disponibles, ya que tiene un efecto rápido y duradero, es activo frente a numerosos microorganismos (amplio espectro) y no se absorbe a través de la piel”, nos explica Cristina Fernández Marcos, del área de Información del Medicamento del Consejo General de Farmacéuticos. De ahí su utilidad como antiséptico de heridas, cortes superficiales y quemaduras leves de la piel y como antiséptico del ombligo en recién nacidos.
Una de sus principales características es que actúa de manera muy rápida, así, el tiempo que tarda este producto en hacer efecto son 15 segundos tras su aplicación, y su protección puede llegar a durar hasta seis horas. Además, sigue desinfectando aunque haya jabón, materia orgánica o sangre, por lo que se puede usar en piel intacta o en heridas abiertas, aunque dependerá de la concentración. Por ello, se emplea con frecuencia en los centros sanitarios y hospitales, porque es segura en embarazadas y niños.
Por otro lado, es incolora y no mancha, lo que evita accidentes y permite que se vea en todo momento la herida para ver su evolución –a diferencia del yodo, que tiñe la piel y puede dificultar el seguimiento de este proceso–. Además, no pica ni escuece por lo que es una manera muy cómoda y eficaz de desinfectar las heridas.
La cristalmina es útil para desinfectar pequeñas heridas y quemaduras, puede usarse en niños, es incolora y actúa en tan solo 15 segundos
La Cristalmina® al 1% es considerada un medicamento, por lo que no puede encontrarse en grandes superficies ni parafarmacias, solo en farmacias. Generalmente, se encuentra en forma de spray, como una solución de pulverización cutánea, pero también se vende en formato de gotero, más útil para desinfección de zonas de piercings, punciones menores, ampollas, tratamientos depilatorios, mordeduras de animales domésticos… Además, existe un formato de film (con alantoína que reepiteliza e hidrata la piel), que se emplea para quemaduras domésticas e incluso tras sufrir picaduras de insectos o medusas.
Usos de la Cristalmina®
Como ya hemos dicho, la Cristalmina® (10 mg/ml) es un antiséptico que evita posibles infecciones por bacterias y hongos, y se puede encontrar en diferentes concentraciones y formas farmacéuticas (espray, film o gotero) según su indicación. De manera general se puede decir que este producto, con una concentración de digluconato de clorhexidina al 1% se utiliza para desinfectar:
La Cristalmina también puede comercializarse para uso hospitalario, es aquella con concentraciones de digluconato de clorhexidina al 2% o al 5%, estas no se pueden usar en heridas abiertas, profundas ni extensas, solo pueden aplicarse en piel completamente sana. Sus usos más comunes son:
Por encima de concentraciones del 5% solo se emplean como desinfectantes de material de laboratorio o de manos, aunque su uso es poco frecuente.
Cómo se aplica la Cristalmina®
Marina Peláez Agudo ha explicado a Webconsultas que la Cristalmina® “es de uso tópico, no se debe ingerir. Se aplica una o dos veces al día, no más de dos aplicaciones diarias. En caso de la clorhexidina tópica, se debe emplear sin diluir, se aconseja limpiar (con agua y jabón neutro o suero) y secar la herida antes de aplicar el medicamento y hacerlo directamente sobre la zona afectada o bien sobre una gasa. Una vez aplicado se debe dejar actuar y secar”.
La Cristalmina no debe aplicarse en ojos ni oídos y hay que tener cuidado de no ingerirla
Por su parte, Cristina Fernández, del Consejo General de Farmacéuticos, insiste en aclarar que en las presentaciones al 1% se debe aplicar sin diluir sobre la superficie a desinfectar, recomendándose no más dos aplicaciones al día. Además, para la desinfección de las manos del personal sanitario habría que verter unos 5 ml sobre las manos, aclarar con agua y repetir la operación de nuevo.
Cuándo evitar el uso de Cristalmina®
La clorhexidina no debe ingerirse en ningún caso, además, tampoco debe aplicarse en ojos u oídos, ni el interior de la boca ni mucosas, por ello en el caso de contacto accidental con estas partes del cuerpo es recomendable lavar inmediatamente con abundante agua.
Tal y como puede leerse en su prospecto, por supuesto, “está contraindicado en todo el que presente hipersensibilidad o alergia al principio activo (digluconato de clorhexidina) o a alguno de los excipientes que se pueden encontrar descritos en el prospecto del producto”.
Además, “no debe usarse en combinación ni después de la aplicación de jabones aniónicos, yodo (Betadine®), sales de metales pesados o ácidos”, explica Marina Peláez. La miembro de la SEFAP también nos aclara que “la clorhexidina tópica no debe usarse en caso de heridas profundas y extensas”.
La utilización en niños menores de 30 meses, añade, “se realizará exclusivamente bajo control médico”, teniendo especial cuidado con los neonatos y prematuros.
Según la ficha técnica de la Cristalmina® de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), “no hay datos o estos son limitados relativos al uso de clorhexidina en mujeres embarazadas. Los estudios en animales no sugieren efectos perjudiciales directos ni indirectos en términos de toxicidad para la reproducción y se desconoce si clorhexidina o alguno de sus metabolitos se excreta en la leche materna”. Sin embargo, la conocida web e-lactancia, califica la Cristalmina como segura, compatible, de mínimo riesgo para la lactancia y el lactante.
Cristina Fernández añade que entre los posibles efectos secundarios raros del uso de este antiséptico común se encuentran la dermatitis, irritación cutánea, picor o fotosensibilidad, y advierte de que en caso de que se observe alguno de estos síntomas se debe suspender el tratamiento de inmediato.
¿Qué usar en una herida o quemadura?
Alcohol, povidona yodada o Betadine®, clorhexidina o Cristalmina®, Mercromina o merbromina, agua oxigenada, ¿sabrías qué producto usar para desinfectar las heridas y quemaduras?
Lo primero a aclarar es que normalmente se utilizan los términos desinfectante y antiséptico de manera indiscriminada, sin embargo, no son lo mismo. Según explica Nekane Bilbao, farmacéutica especialista en Farmacia Hospitalaria, “el antiséptico es una sustancia que inhibe el crecimiento o destruye microorganismos sobre tejido vivo. El desinfectante es un compuesto que ejerce la misma acción (inhibir el crecimiento o destruir microorganismos) sobre superficies u objetos inanimados”.
En base a esto, hay que decir que no se recomienda el uso de alcohol etílico ni agua oxigenada para desinfectar pequeñas heridas y quemaduras, pues irrita y daña la piel sana, además el alcohol es efectivo para las bacterias, pero es poco efectivo frente a hongos y virus. Por su parte, el agua oxigenada no funciona porque la enzima catalasa de la piel es capaz de descomponerla rápidamente, por lo que tiene un efecto leve sobre los microorganismos.
Seguro que te suena haber visto en casa de tus abuelos el bote de Mercromina –cuyo principio activo es la merbromina–, sin embargo, su uso está desaconsejado porque contiene grandes cantidades de mercurio y porque su color rojizo puede impedir observar con claridad el avance de la cicatrización de la herida.
Solo nos quedaría las opciones de la povidona yodada –conocida por la marca comercial Betadine®– y la clorhexidina –también llamada Cristalmina®–. La primera de ellas contiene yodo, que es efectivo frente a muchos microorganismos, como bacterias Gram+ y Gram-, hongos, protozoos, virus y esporas. Este producto se puede usar para desinfectar pequeñas quemaduras, heridas o rozaduras, pero no debe aplicarse en personas con alteraciones de tiroides, como hipotiroidismo o hipertiroidismo, las que están siendo tratadas con litio (trastorno bipolar), ni en niños, ni en mujeres embarazadas. Por otro lado, tiene el mismo problema que la mercromina, y es que no solo mancha la ropa o la piel, si no que impide observar la evolución de la herida. Por otro lado, el producto deja de ser efectivo al secarse.
Por el contrario, la Cristalmina al no manchar sí permite ver cómo evoluciona la cicatrización de la herida, es de acción rápida y además se adhiere a la piel y mantiene su actividad durante más de 3 horas, y es muy fácil de aplicar.
Creado: 13 de junio de 2022