El hallazgo de los guantes quirúrgicos fue por amor
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Dicen que el amor no encuentra barreras sino maneras, y el descubrimiento de los guantes quirúrgicos, utilizados hoy en día en las consultas y salas de operaciones, lo demuestra. Al parecer, su hallazgo fue motivado por el amor que sentía un médico estadounidense por una compañera enfermera que tuvo un brote de dermatitis.
El sujeto en cuestión fue William Stewart Halsted (1852-1922), un médico estadounidense al que se considera como uno de los principales precursores de la cirugía moderna. Pero esta historia no sería contada si no fuese por Carolina Hampton, la compañera de quirófano del doctor que había robado su corazón.
William defendía la asepsia en las salas de operación, aplicando anestesia con morfina y un líquido antiséptico creado por Joseph Lawrence Lister. Un día, su ayudante de quirófano, la aristócrata Carolina Hampton, quedó incapacitada debido a que padecía una dermatitis, la cual se veía incrementada por estos antisépticos que se utilizaban antiguamente.
Unos guantes finos que no impidan el trabajo preciso
Por ello, Halsted pidió a una conocida firma que fabricaba artículos de caucho y neumáticos para vehículos, que diseñaran unos guantes de goma, a partir del molde de las manos de la enfermera, que fueran lo bastante finos para permitirle hacer un trabajo preciso en el interior del quirófano. Poco después ambos sanitarios se casaban.
Este fue el comienzo del uso de los guantes de goma. Siendo, para finales del siglo XIX, su uso obligatorio para todos los médicos cirujanos y personal de enfermería. Actualmente, el uso de guantes quirúrgicos constituye un gran proceso en la asepsia quirúrgica, garantizando una elevada seguridad para el paciente y el médico cirujano.
Creado: 4 de noviembre de 2009