EMDR, la terapia anti traumas
Actualizado: 5 de mayo de 2023
EMDR, acrónimo de Eye Movement Desensitization and Reprocessing (desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares), es una técnica psicoterapéutica descubierta por la doctora en psicología Francine Shapiro en 1987, que se basa en los movimientos oculares y la estimulación bilateral –táctil y auditiva– del paciente para tratar problemas emocionales derivados de experiencias traumáticas.
Los traumas son heridas psicológicas que se producen a consecuencia de acontecimientos de diversa gravedad, desde una guerra o una catástrofe natural, a un abuso físico o psíquico, la pérdida de un ser querido, o un cambio vital que el individuo perciba como una amenaza. La calidad e intensidad del daño que produce un trauma son independientes de su gravedad, ya que esto depende de las características de la persona que lo sufre, así como de sus circunstancias y del apoyo emocional con el que cuenta.
La Dra. Shapiro observó que los movimientos oculares podían contribuir a disminuir la intensidad de los pensamientos perturbadores relacionados con recuerdos traumáticos y la angustia asociada a los mismos. En 1989, comenzó un experimentó con personas que habían quedado traumatizadas tras participar en la guerra de Vietnam, y otras que habían sido víctimas de abusos sexuales, y comprobó que la técnica EMDR reducía significativamente los síntomas del trastorno por estrés postraumático que sufrían.
Cómo funciona EMDR para hacer frente a los traumas
Con la ayuda del terapeuta, el paciente describe el suceso traumático y los aspectos que más le atormentan, con el fin de identificar el problema específico y enfocar en éste el tratamiento con EMDR. El paciente realiza movimientos oculares, o se somete a otro tipo de estimulación bilateral, que puede ser auditiva –sonidos alternos en ambos oídos–, o kinestésica –el terapeuta golpea suavemente las manos u hombros del paciente, también de forma alterna–, mientras acuden a su mente recuerdos sobre el incidente.
La terapia EMDR ayuda al paciente a procesar la información sobre la experiencia traumática, reduciendo así la carga emocional que soporta
El objetivo de la terapia es favorecer la conexión de ambos hemisferios cerebrales para conseguir que el paciente procese la información sobre la experiencia que le ha marcado hasta el punto de afectar a su salud, seguridad y bienestar, y disminuya la carga emocional que soporta.
Anabel González, Doctora en medicina, psiquiatra y psicoterapeuta, especialista en Criminología, que pertenece a la directiva de la Sociedad Europea de Trauma y Disociación (ESTD), es vicepresidenta de la Asociación EMDR España y entrenadora acreditada de terapia EMDR, y autora de Las cicatrices no duelen. La importania y necesidad de vencer los traumas y bloqueos del pasado (Planeta, 2021), nos explica que “se ha visto que los movimientos oculares tienen un papel en el procesamiento de la información y se sabe, por ejemplo, que se producen en determinadas fases del sueño”.
Y añade que “se utiliza este mecanismo para localizar los recuerdos o experiencias más conectados con el problema del paciente, y después se buscan elementos (emociones, sensaciones del cuerpo, creencias…) y se usa el movimiemto ocular u otras formas de lo que se llama estimulación bilateral para desbloquear el procesamiento de esos recuerdos”.
La doctora destaca que esto no tiene nada que ver con la hipnosis, sino que el paciente está plenamiente consciente, y que la terapia permite que el cerebro empiece a asociar mejor ciertas cosas y que disminuya el nivel de intensidad emocional y la viveza del recuerdo, que aunque cronológicamente pertenece al pasado está demasiado activo en el presente.
EMDR, que en 2009 fue reconocida por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) como la psicoterapia más eficaz para tratar los efectos del estrés postraumático, y desde 2013 está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), también se emplea para combatir el miedo a hablar en público, e incluso para mejorar el rendimiento profesional, deportivo o artístico. A lo largo de las sesiones –cuyo número depende del estado inicial del paciente– se reducen los síntomas, se modifican las creencias negativas, y se consigue que el individuo se adapte y pueda llevar una vida normal.
Para quién está indicada la terapia EMDR
La terapia EMDR está especialmente destinada a personas que hayan vivido situaciones traumáticas o adversas que pueden estar influyendo en la sintomatología que presentan en la actualidad, señala la Dra. González. Por ejemplo, dice, “hay una serie de experiencias que se asocian a la aparición de problemas mentales como la depresión, los trastornos alimentarios o de personalidad, etcétera, y con esta terapia en vez de tratar los síntomas de forma directa, se busca el origen de los mismos y se trabaja sobre ello”.
Además, añade la Dra. González, también ayuda a personas que sin haber experimentado una situación especialmente traumática se encuentren muy afectadas por situaciones cotidianas que desde fuera pueden parecer menos importantes, pero que si se dan con frecuencia o vienen de personas muy queridas o influyentes, tienen un gran impacto en el bienestar emocional. Y pone como ejemplo la traición de un amigo o de la pareja, porque se trata de una ruptura de la confianza en alguien en quien creíamos que podíamos confiar.
Esta especialista también nos advierte que es imprescindible acudir a un buen terapeuta de EMDR, con formación acreditada en esta disciplina, porque “muchas personas viven experiencias muy duras y o se puede entrar en estas experiencias forzando, ni desestabilizando, sino como mucho cuidado, por lo que tiene que ser un experto que conozca bien este tipo de situación y a la persona que tiene delante, aunque este conocimiento se genera durante el proceso de terapia”.
Creado: 23 de septiembre de 2014