Fenómeno Lázaro, ‘resucitar’ tras ser declarado muerto
Actualizado: 29 de julio de 2022
Uno de los milagros más emblemáticos de los que se recogen en la Biblia hace referencia a un hombre llamado Lázaro, al que Jesucristo fue capaz de devolver a la vida tras llevar cuatro días muerto. La historia de Lázaro dio nombre mucho tiempo después, concretamente en 1993, al fenómeno Lázaro, un síndrome descrito por el profesor del Departamento de Anestesiología de la Universidad de South Florida, Jack G. Bray, para referirse al caso de un paciente que recuperó el pulso cinco minutos después de que se hubiesen dado por finalizadas las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Este, sin embargo, no fue el primer caso documentado, ya que las primeras referencias datan de 1982 y, desde entonces, se habrían descrito al menos unos 40 más. Y decimos al menos, porque este es un síndrome que podría estar infradiagnosticado debido a las creencias culturales y los mitos, con capacidad para convertir estos sucesos en milagros, la ocultación (también derivada de los mitos), o al hecho de que hayan podido pasar desapercibidos en lugares con menor desarrollo en la asistencia médica.
Por qué se produce el fenómeno Lázaro
Al ser un síndrome de muy baja frecuencia, los expertos que han estudiado el fenómeno Lázaro aún no han logrado determinar por qué se produce la auto resucitación de personas aparentemente muertas, por lo que hablamos de un ámbito que todavía se encuentra muy abierto a nuevas conjeturas.
Como causa principal se señala muchas veces al propio proceso de reanimación cardiopulmonar (CPR) llevado a cabo por los médicos, que provocaría un aumento de la presión en la zona del pecho que derivaría en una parada cardíaca. Al dar por concluido el CPR, y ya certificada la muerte del paciente, la descompresión que se produce en el pecho podría permitir la expansión del corazón y que éste vuelva a latir. También se han señalado como factores que podrían contribuir a la aparición de este síndrome la hiperpotasemia (elevados niveles de potasio plasmático) y el uso excesivo de adrenalina en el proceso de reanimación.
En el 80% de los casos documentados del fenómeno Lázaro la auto resucitación tiene lugar en los 10 minutos posteriores al momento en el que se da por finalizada la reanimación cardiopulmonar
La mayoría de los casos del síndrome Lázaro documentados en la literatura médica han sucedido en centros hospitalarios, y la auto resucitación tiene lugar en más de un 80% de los casos durante los 10 minutos posteriores al momento en el que se da por fallecido al paciente. Según datos de 2007 del informe British Geriatrics Society, en casi la mitad de los sucesos estos individuos consiguen una buena recuperación neurológica. En el 55%, sin embargo, los daños a nivel neurológico causados por esta muerte momentánea y la ausencia de riego sanguíneo que conlleva son graves, y muchos de los afectados acaban falleciendo al cabo de unos pocos días.
¿Cuándo se certifica la muerte clínica de un paciente?
En uno de los casos más sonados del fenómeno Lázaro, ocurrido en 2014 en Mississippi (EE.UU.), un hombre de 74 años cuya muerte fue certificada por una enfermera al carecer de pulso, resucitó un día después cuando se encontraba en una bolsa para cadáveres. Este suceso, como cualquiera vinculado a este síndrome, abre una incógnita sobre cómo y cuándo certificar la muerte de una persona.
Durante mucho tiempo, esa certificación se hizo depender del corazón y, por tanto, de los latidos, pero hoy en día es posible mantener a una persona con vida aunque su respiración se haya detenido. Por ello, ha tomado más fuerza como órgano vital fundamental el cerebro, y la muerte cerebral sirve muchas veces para certificar la muerte de una persona. No obstante, este es un tema que sigue generando mucha controversia y sobre el que no hay un consenso absoluto.
Como recomendación, antes de certificar el fallecimiento de un paciente, en la actualidad muchas guías médicas recomiendan seguir observando los signos vitales de las personas tras dar por finalizados los procesos de resucitación cardiopulmonar. Esta observación debería llevarse a cabo durante al menos 10 minutos antes de certificar de forma definitiva la muerte.
Creado: 5 de septiembre de 2017