Friluftsliv: ventajas de entrenar con frío
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Que los países nórdicos, pese a su desapacible clima (visto desde el sur de Europa), copen todos los puestos delanteros en cualquier ranking de felicidad que se tercie, ha contribuido a que ocupen un lugar privilegiado en el inconsciente colectivo, una atalaya que todos queremos alcanzar por su promesa de bienestar social, prosperidad y salud.
La muestra de ello es la facilidad con la que se ponen de moda conceptos y tradiciones nórdicas que hunden sus raíces siglos atrás, pero que ahora, gracias a la globalización, se extienden y se viralizan (mediante webs, redes y libros de autoayuda) por el resto del mundo empujadas por el prestigio que todo lo escandinavo lleva asociado a modo de sello que garantiza la calidad. Ahí está, por ejemplo, el boom reciente del hygge danés. Y ahora la eclosión del friluftsliv, un concepto sueco que se ha puesto de moda antes siquiera de que hayamos aprendido a pronunciarlo.
Qué es el friluftsliv y cómo se practica
El origen del concepto friluftsliv, que significa literalmente ‘deportes y naturaleza’, no se conoce a ciencia cierta, pero sí se sabe que su popularización llegó a mediados del siglo XIX de la mano del dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen, uno de los mayores exponentes del teatro nórdico, que empezó a utilizar este término para destacar los beneficios y la necesidad de la vida al aire libre para desconectar física y mentalmente.
En Suecia, un 17% de los habitantes del país (1,7 millones) pertenecen a alguno de los más de 9.000 clubs de friluftsliv repartidos por toda su geografía
Ibsen viralizó y popularizó (al modo en que se viralizaban las cosas en 1850) el concepto de friluftsliv, pero la tradición de los ciudadanos nórdicos de aprovechar el contacto con la naturaleza, pese al frío, para lograr el equilibrio emocional es milenaria y sigue vigente hoy en día. Prueba de ello es la nueva juventud que vive el friluftsliv en los países escandinavos (y en gran parte del mundo), hoy concebido como un medio para estar en forma mediante la práctica de ejercicio físico (senderismo, ciclismo, esquí, escalada o running, entre otros) en espacios abiertos, en libertad, en contacto con los entornos naturales e independientemente del clima que arrecie (sople el viento, hiele o nieve), porque como acostumbran a decir los nórdicos, no existe el clima malo, sino la ropa mala.
El reconocimiento del friluftsliv se observa también en las políticas económicas y empresariales. Así, en determinadas regiones de Escandinavia hay aprobadas exenciones fiscales para las empresas que potencian e incentivan este método entre sus empleados. Esto provoca que, incluso, algunas de ellas retribuyan con un complemento económico a los empleados que van a pie o en bici al puesto de trabajo. Porque esto, ir andando o pedaleando a la oficina, junto a cosas tan dispares como pasar un fin de semana de relax en una cabaña de montaña o meterse con los amigos a conversar en una sauna, también se considera friluftsliv.
Beneficios del friluftsliv para la salud
En Suecia, por ejemplo, se estima que de los casi diez millones de habitantes del país, un 17% (1,7 millones) pertenecen a alguno de los más de 9.000 clubs de friluftsliv repartidos por toda su geografía. A ellos habría que sumar los que practican friluftsliv sin estar registrados en entidades. En total, se calcula que uno de cada tres ciudadanos suecos realiza ejercicio físico al aire libre al menos una vez a la semana.
Y esta práctica deportiva en contacto con la naturaleza y el frío nórdico tiene múltiples e importantes beneficios para la salud, de ahí la viralización del concepto sueco por el mundo, acostumbrados como estamos en el sur de Europa a rehuir la calle y a buscar el calor del gimnasio en cuanto bajan un poco las temperaturas.
Entre las ventajas más importantes del friluftsliv, de esa mezcla de naturaleza, deporte y frío, las hay para el corazón, que debido a las bajadas de los termómetros tiene que hacer un mayor esfuerzo para distribuir la sangre por todo el cuerpo, lo que a su modo es un entrenamiento para fortalecerlo; o la pérdida de peso, ya que al igual que el corazón, el cuerpo también tiene que esforzarse más para regular la temperatura, lo que contribuye a una mayor quema de calorías.
Además, los expertos en friluftsliv destacan la exposición al sol que conllevan las actividades outdoors y que se traduce en un mayor aporte de vitamina D para el organismo; el beneficio para las vías respiratorias de escapar de la contaminación al entrar en contacto con la naturaleza; y otro aspecto que ya per se se relaciona con el deporte, pero que, al parecer, el frío incentiva: al hacer deporte se estimula la producción de endorfinas, lo que provoca que, en vez de sentirnos más cansados, estemos más activos, enérgicos y felices. ¿Te animas a salir a probarlo?
Creado: 18 de diciembre de 2018