Gripe del tomate, cómo ataca a los niños esta nueva infección
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Mientras seguimos inmersos en la pandemia por COVID-19 y continúan aumentando los casos de viruela del mono a nivel mundial, se ha detectado en India una nueva infección viral, la gripe del tomate, que afecta a los niños pequeños (especialmente a los menores de cinco años). Vamos a intentar aclarar su origen, causas, síntomas y cómo puede tratarse.
Esta enfermedad infecciosa se identificó por primera vez en el estado de Kerala el 6 de mayo de 2022. Desde entonces, y hasta el pasado 26 de julio, se han registrado en el país 108 casos, todos en niños menores de nueve años y localizados en los estados de Kerala, Tamil Nadu y Odisha, a los que hay que añadir otros dos casos en Reino Unido: una niña de 13 meses y un niño de cinco años que habían regresado de unas vacaciones en Kerala una semana antes del inicio de los síntomas.
Las características de la infección se describen en un artículo recientemente publicado en la revista científica The Lancet Respiratory Medicine y, aunque se considera que no constituye un riesgo para la vida y se encuentra en estado endémico (no se ha extendido a otros países fuera del origen del brote), la experiencia previa con el coronavirus ha hecho que los expertos pidan que no se descuide la vigilancia epidemiológica, especialmente después de que se hayan detectado otros dos infectados en Reino Unido, que se describen en un artículo publicado en The Pediatric Infectious Disease Journal.
Qué es la gripe del tomate y cómo se transmite
La gripe del tomate es una infección vírica que se ha denominado así porque provoca la aparición de ampollas rojas que se reparten por el cuerpo y van creciendo hasta alcanzar el tamaño de un tomate. Según explican los autores del artículo publicado en The Lancet, no se ha determinado todavía qué tipo de virus es el responsable de la enfermedad.
Si el brote de gripe del tomate en los niños no se controla y previene, la enfermedad se podría transmitir a los adultos y causar graves consecuencias
“La gripe del tomate –afirman– podría ser un efecto secundario de la fiebre chikungunya o del dengue en los niños en lugar de una infección viral”. El virus, indican estos científicos, “también podría ser una nueva variante de la enfermedad viral de manos, pies y boca”, una enfermedad vírica común, también conocida como fiebre aftosa, que afecta sobre todo a los niños de uno a cinco años y a los adultos inmunodeprimidos.
Los médicos que han reportado los casos de los niños de Reino Unido, por su parte, aseguran que la infección estaría provocada por el Enterovirus CA16, ya que en los análisis realizados a estos pacientes dieron positivo al mismo. En concreto, un análisis genético encontró similitudes con un clado detectado previamente en China entre 2011 y 2014.
Los datos que se manejan hasta ahora han hecho pensar que la razón por la que todas las infecciones registradas hasta ahora se hayan producido en niños se debe a la forma de contagio, ya que es probable que se transmita a través del contacto cercano y las infecciones virales son habituales en la población infantil. Los niños pequeños también son más vulnerables a esta infección porque tocan objetos y superficies contaminadas con las manos y luego se las llevan a la boca.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta el parecido que guarda con la enfermedad de manos, pies y boca, los autores del trabajo han advertido que si el brote de gripe del tomate en los niños no se controla y previene, la enfermedad se podría transmitir a los adultos y causar graves consecuencias.
Cuáles son los síntomas de la gripe del tomate
Algunos de los síntomas iniciales de la gripe del tomate son similares a los del COVID-19, como fiebre, fatiga o dolor corporal, pero el virus que provoca esta enfermedad no está relacionado con el coronavirus SARS-CoV-2. La fiebre alta, el dolor en las articulaciones y las erupciones cutáneas que presentan los niños afectados también se parecen a los síntomas del chikungunya, mientras que otros también son similares a los de la gripe y a los del dengue.
Los principales síntomas de esta infección viral son:
- Fiebre alta.
- Erupciones cutáneas.
- Intenso dolor e hinchazón en las articulaciones.
- Ampollas rojas y dolorosas por todo el cuerpo, que aumentan de tamaño hasta alcanzar el de un tomate.
- Irritación de la piel.
- Fatiga.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Deshidratación.
Los dos niños de Reino Unido desarrollaron una erupción vesicular, y ninguno de ellos tuvo fiebre, pero la niña desarrolló lesiones en la boca dolorosas que le provocaron un babeo excesivo. Las lesiones prácticamente habían desaparecido sin dejar cicatrices a los seis días del comienzo de los síntomas en el caso del niño, y a los 16 días en el de la pequeña.
Para determinar si lo que tiene el enfermo es la fiebre del tomate, cuando un niño presenta los síntomas mencionados se realizan pruebas moleculares y serológicas para el diagnóstico de dengue, chikungunya, virus del Zika, virus varicela-zoster y herpes; si los resultados descartan estas infecciones virales, se confirma que lo que ha contraído es el virus del tomate.
Cómo se trata la gripe del tomate y cómo se puede prevenir
Actualmente no se dispone de vacunas ni de fármacos antivirales para el tratamiento o la prevención de la gripe del tomate, pero al tratarse de una afección muy contagiosa, como ocurre con otros tipos de gripe, los casos confirmados o sospechosos tienen que permanecer en aislamiento –entre cinco y siete días desde el inicio de los síntomas– y se deben adoptar las medidas de precaución necesarias para evitar la propagación de la enfermedad.
El tratamiento ha consistido hasta ahora en aislar al paciente y que guarde reposo mientras se realiza la reposición de líquidos para evitar que se deshidrate y se le aplica agua caliente con una esponja para aliviar las erupciones y la irritación de la piel. También se puede administrar paracetamol para calmar el dolor y bajar la fiebre.
En cuanto a la prevención de la gripe del tomate es fundamental extremar la higiene en el entorno del paciente y desinfectar los objetos que hayan estado en contacto con este y, por supuesto, evitar que los infectados compartan juguetes, ropa, alimentos o cualquier otro artículo o utensilio con otras personas.
Creado: 25 de agosto de 2022