Ikigai, cómo encontrar tu propósito vital
Actualizado: 5 de mayo de 2023
La globalización también ha conllevado la expansión, más allá de sus fronteras, de los estilos de vida de países y regiones que prometen marcar el camino de la felicidad a todos los seres humanos. Así, en 2016 tocó techo el hygge danés, en 2017 hizo lo propio el lagom sueco, y 2018 fue el año del ikigai japonés, un concepto vital que llegó para quedarse y que constituye el secreto mejor guardado de la cultura nipona para vivir más años, y hacerlo mejor y más felices. Numerosos libros dan fe también del interés de la cultura occidental por encontrar lo que podríamos llamar una "razón de ser" que nos procure la felicidad de estar siempre ocupados, como afirma.
El término ‘ikigai’, formado por las palabras ‘iki’ (vida o estar vivo) y ‘gai’ (lo que vale la pena y tiene valor), no tiene una palabra exacta para su traducción al castellano, pero como sugieren Francesc Miralles y Héctor García en su libro 'El método Ikigai', podríamos definirlo como aquello que hace que merezca la pena vivir, aquello que consigue que nuestra vida tenga un sentido. Y en eso, precisamente, consiste la filosofía nipona, en encontrar un motivo que dé sentido a nuestra vida, algo que nos dé fuerzas y ánimos para levantarnos cada mañana.
En el fondo, por tanto, la filosofía ikigai no busca la felicidad a toda costa, sino que ésta se convierte en una consecuencia de nuestro propósito en la vida, ya que al tenerlo en nuestro horizonte, aunque las cosas nos vayan mal en la vida, todo nos resulta más llevadero, más soportable, nos sentimos útiles, con un objetivo por el que pelear cada día y, por tanto y como resultado, somos más felices.
Podríamos decir que el ikigai o razón de ser es el punto medio entre nuestra vocación, nuestra pasión, nuestra profesión y nuestra misión, un centro neurálgico en el que convergen todas estas variables. De esa forma uno puede sentir ikigai aunque aborrezca su trabajo; o también aunque esté atravesando una mala racha personal, porque pese a ello su objetivo sigue estando presente. El ikigai, por supuesto, cambia con el paso del tiempo: no tenemos los mismos objetivos vitales con 18 que con 40 años. Y también tiene un componente en cierto modo solidario, ya que con nuestro ikigai sentimos que estamos aportando algo al mundo.
En el ikigai la felicidad no se busca, sino que llega como consecuencia de tener un propósito en la vida, una meta por la que levantarnos cada día
Dicen los expertos que todos tenemos un ikigai. La dificultad radica en encontrarlo, porque ello conlleva un arduo proceso de autoconocimiento y revisión personal. Y en ese proceso de revisión hay cuatro preguntas importantes que tenemos que respondernos a nosotros mismos y que nos pueden ayudar en la búsqueda de nuestro ikigai:
Encontrado el motivo por el que levantarnos cada mañana, la siguiente fase sería lograrlo, trabajar cada día para alcanzarlo (o mantenerlo, si es que nos damos cuenta de que es algo que ya teníamos), y marcarnos un plan y unos objetivos diarios que nos motiven a trabajar por nuestro ikigai que, por cierto, no necesariamente tiene que ser un objetivo extraordinario; todo lo contrario, el ikigai está muchas veces en las pequeñas cosas.
Uno de los secretos de la longevidad japonesa
Japón es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo. Las mujeres alcanzan los 87 años de media y los hombres llegan hasta los 81. Siempre se ha señalado a la dieta nipona como una de las causas de esta longevidad, pero el ikigai, tener un motivo que dé sentido a sus días, también podría ser una de las razones que se esconden tras las largas vidas de los ciudadanos japoneses.
La prueba de esta afirmación se encuentra en varios estudios. Uno de ellos, publicado en 2008 y llevado a cabo durante siete años y con más de 40.000 ciudadanos por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tohoku, constató que el riesgo de mortalidad era significativamente mayor entre las personas que no tenían un ikigai, que también eran más propensas a sufrir problemas cardiovasculares.
Una conclusión a la que también llegaron los autores de un estudio publicado un año más tarde por científicos de la Universidad de Iwate, en la región norte del país, que tras seguir durante una media de 12,5 años a más de 73.000 hombres y mujeres de entre 40 y 79 años, concluyeron que sus hallazgos sugerían “que un factor psicológico positivo como el ikigai está asociado con la longevidad de los japoneses”.
Creado: 23 de enero de 2018