Los animales también tienen personalidad
Actualizado: 5 de mayo de 2023
La personalidad de un individuo puede tener un gran efecto en su vida. Algunas personas son extrovertidas y sociables, mientras que a otras nuevas situaciones estresantes pueden resultarles perjudiciales para su salud y bienestar. En el caso de los animales, los científicos están descubriendo que ellos no son diferentes en este aspecto.
Un nuevo estudio dirigido por la doctora Kathryn Arnold, del Departamento de Medio Ambiente de la Universidad de York, ha apoyado esta teoría con una importante evidencia experimental que muestra que las personalidades de los animales se reflejan en su perfil de estrés oxidativo.
La investigación, que se publicó en la revista Journal of Experimental Biology, fue realizada por la doctora Arnold y la estudiante graduada Katherine Herborn, en el Instituto de Biodiversidad, Sanidad Animal y Medicina Comparada en la Universidad de Glasgow, donde clasificaron las personalidades de 22 verderones.
Los expertos evaluaron las reacciones de cada ave hacia una nueva situación mediante la adición de una 'galletita' de colores brillantes en el plato de comida de cada verderón, y midieron cuánto tiempo tardaron las aves en armarse de valor para acercarse a la comida. Los investigadores encontraron que los pájaros más audaces sólo tardaron unos segundos en superar su miedo, mientras que las aves más tímidas tardaron hasta 30 minutos en acercarse a su comida.
Arnold y Herborn también midieron la motivación de estas aves para explorar colocando un objeto atractivo y cronometrando cuánto tiempo tardaban en volar hasta él. Sin embargo, no hubo correlación entre el valor de las aves y la curiosidad.
"Las aves que tienen miedo de las cosas nuevas mueren antes de tiempo"
Los investigadores midieron entonces los daños que se habían producido en los pájaros a causa de los niveles de metabolitos reactivos de oxígeno y las defensas que presentaban contra ellos. La comparación de la sangre de los perfiles oxidativos de las aves con su personalidad, mostró al equipo que las aves más tímidas tenían el mayor contenido de toxinas de oxígeno destructivo y las defensas más débiles, por lo que sufrieron más estrés oxidativo que los ejemplares más valientes. Además, los científicos encontraron que las aves más curiosas tuvieron una mejor defensa contra el daño oxidativo que los verderones menos curiosos.
La doctora Arnold quiere extender el trabajo para establecer cómo los rasgos de la personalidad afectan a las aves en su hábitat natural. A su juicio, "las aves neofóbicas –las que tienen miedo de las cosas nuevas– pueden sufrir altos costes de estrés oxidativo, y mueren antes de tiempo porque han pagado esos costes fisiológicos, pero también podrían ser menos propensas a ser devoradas por un depredador, porque son más cuidadosas que las aves más audaces".
Fuente: EUROPA PRESS
Creado: 29 de abril de 2011