Peligros ocultos en la arena de la playa
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Seguro que la arena de la playa te parece un lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones. Tumbarte a coger moreno muy cerca del mar (siempre con protección solar) o deleitarte con el sonido de las olas parece un buen plan pero, si no adoptas ciertas precauciones, el contacto con la arena puede causarte más de un susto que ensombrecerá tus deseadas vacaciones.
Las personas que son semienterradas como juego en la arena de la playa tienen más riesgo de contraer alguna enfermedad gastrointestinal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha creado un documento donde informa sobre el estado de la arena de las playas de varios países del mundo, y hace referencia a numerosos estudios que se han realizado sobre el tema. A pesar de la alarma que puede generar, la OMS ha precisado que la mayoría de los microorganismos que se encuentran en ella son inofensivos, por lo que no hay que preocuparse en exceso, aunque siempre es mejor tomar algunas medidas para evitar posibles riesgos.
Microorganismos presentes en las arenas de las playas
La presencia de microorganismos en las arenas de las playas ocurre, en la mayor parte de los casos, por la acción humana. Dejar basura o no recoger las heces de los perros, son algunos de los gestos que ayudan a que las bacterias proliferen en las zonas de playa, especialmente en las más cercanas a las olas. Entre las bacterias y parásitos más comunes presentes en la arena se encuentran:
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Bacterias estomacales
Aunque ya se sabe que estas se pueden encontrar en el agua del mar, la arena también puede contenerlas. Las más comunes son la Escherichia coli, el Enterococcus, la Salmonella y el Campylobacter, las cuales pueden causar una gastroenteritis o problemas estomacales que se manifiestan con náuseas, vómitos o diarrea. El tipo de contagio más común con estas bacterias es por vía oral, algo bastante fácil en el caso de los niños pequeños, que se llevan a la boca las manos llenas de arena. Además, un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology demostró que las personas que solían semienterrarse en la arena como parte de un juego tenían más posibilidades de padecer este tipo de problemas estomacales.
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Anquilostomas
Son unos parásitos que suelen vivir en el intestino de animales como los gatos o los perros, y que son más comunes en las zonas tropicales o subtropicales. El problema se produce cuando estos animales defecan en las playas y los dueños no recogen sus heces. De esta manera los parásitos pueden infectar a personas y a otros animales con el mero contacto con la piel, al caminar por la arena o permanecer tumbados sobre ella. Sin embargo, este microorganismo suele desaparecer en pocos días del organismo, pues el ser humano no es un buen huésped para ellos.
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Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SAEM):
Es una bacteria que puede encontrarse en el agua del mar y en la arena, que puede causar infecciones cutáneas y se encuentra en la lista de microorganismos resistentes a algunos antibióticos. Un pequeño número de personas son portadoras de esta bacteria sin tener síntomas ni saberlo; no obstante, ante un corte o una herida la persona puede comenzar a tener la infección.
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Hongos
Este tipo de habitantes de la arena pertenecen al grupo llamado dermatofitos, que son los que afectan a la piel y a las uñas. Entre ellos se encuentran los Trichophyton mentagrophytes y Trichophyton rubrum –causantes del pie de atleta o la tiña–, Aspergillus y Candida, aunque estas últimas son propias de personas con el sistema inmune deprimido. Son más comunes en la zona de la arena más cercana al agua, donde el contacto con ella le proporciona el alimento que necesitan para proliferar. Estos hongos son los mismos que se pueden encontrar en los bordes de las piscinas.
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Gusanos causantes de toxocariasis
La OMS ha encontrado este tipo de parásito en playas de Marsella, aunque hay muy pocos estudios en los que se haya buscado su presencia en otras playas. Se trata de un gusano que causa la toxocarosis, una enfermedad que se manifiesta con fiebre, dolores musculares y tos, y que cuando infectan los ojos pueden provocar daños en la retina.
Consejos para evitar problemas con la arena de la playa
Como hemos explicado, los riesgos de contraer alguna infección a causa de los microorganismos presentes en la arena de la playa son prácticamente los mismos que se tienen en cualquier otro lugar, pero nunca está de más poner en práctica estos consejos que te ayudarán a disfrutar de unas vacaciones tranquilas, y cuyo único sobresalto sea esa ola traicionera que no habías visto venir:
Utiliza siempre una toalla o esterilla para sentarte o tumbarte sobre la arena de la playa, así evitarás el contacto directo con ella.
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No dejes a tus hijos desnudos, porque si se sientan sin bañador o ropa interior sobre la arena para jugar o hacer castillos aumenta el riesgo de infecciones en sus zonas íntimas.
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Evita las playas que permitan el acceso a los perros, o aquellas en las que veas que hay una gran cantidad de gaviotas, porque sus heces pueden ser un importante foco de infección.
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Intenta no cavar en la arena utilizando las uñas, ya que si lo haces la arena se incrustará en ellas y proliferarán mejor las bacterias, por lo que correrás el riesgo de ingerirlas por accidente.
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Dúchate antes y después de ir a la playa; así no introducirás ningún contaminante en la playa y conseguirás que cualquier microorganismo que se haya quedado impregnado en tu piel desaparezca.
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Recoge siempre tu basura; recuerda que es uno de los alimentos de las bacterias dañinas.
Creado: 31 de julio de 2018