¿Por qué se me duermen los pies?
Actualizado: 6 de diciembre de 2022
A todos nos ha pasado que en algún momento, se nos han dormido nuestros pies u otras extremidades, como las piernas, las manos o los brazos. Es una sensación de hormigueo o adormecimiento en la que dejamos de sentir la zona y suele acompañarse de leves pinchazos que parecen alfileres clavándose en nuestros pies. Seguramente te has preguntado preocupado a qué se debe su incómoda aparición.
Pies adormecidos, ¿a qué se debe?
Pues bien, esta situación clínica se denomina parestesia, y aunque en la mayoría de los casos es leve y transitoria, también puede ser un indicador de otros problemas más serios. Y es que, el origen de esta situación suele ser neurológico, vascular o ambos.
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Adormecimiento de las extremidades de origen vascular
Así, hablamos de origen vascular cuando lo que se ve afectado es nuestro sistema circulatorio. Existen distintos problemas que pueden dar lugar a esta situación:
El problema del adormecimiento de alguna extremidad de origen circulatorio, se debe en parte a que cuando hay situaciones de mala circulación, el oxígeno que va en ese torrente sanguíneo no llega igual a los tejidos y nervios circundantes.
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Adormecimiento de las extremidades de origen neurológico
Hablamos de origen neurológico cuando afecta a los nervios que transmiten la información a nuestro cerebro. Para hacerlo más visual, es como si nuestro cuerpo estuviera lleno de cables (nervios) que envían información constantemente a la computadora central (cerebro). En ocasiones, los nervios pueden verse dañados por diversos motivos:
Situaciones leves que pueden provocar que se te duerman los pies
En lo que a los pies se refiere, la sensación de hormigueo o adormecimiento puede tener lugar por cualquiera de los problemas anteriormente descritos y también por situaciones más leves como pueden ser las siguientes:
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Cuando se lleva calzado ajustado, apretado o que comprima el pie o al apretar mucho la lazada. Aquí podemos englobar a aquellas personas que se aquejan de dicha sensación cuando llevan botines que les aprietan en la zona alta del dorso del pie o empeine, o bien por un acordonado apretado o calzados cuya horma es estrecha para el pie que va alojado. En resumen todas aquellas tiene esta sensación de hormigueo debido a presiones que recibe el pie por parte del calzado.
soportes plantares, lo mejor sería consultar con su podólogo de confianza.
Solución: En estos casos, la solución consistiría en cambiar el calzado por uno algo más ancho, acordonarlo de forma más suave o no usar calzado de tipo botín. Para solucionarlo también pueden ser de ayuda distintos ejercicios específicos del pie o el uso de -
Postura inadecuada. Cuando permanecemos en la misma posición durante un periodo de tiempo, por ejemplo con las piernas cruzadas, debido a la compresión existente en una o en las dos piernas se nos pueden dormir los pies o incluso las piernas. Su origen tendría que ver con lo anteriormente descrito. Dicha sensación de adormecimiento puede estar relacionado, en determinadas posturas, con retracciones musculares, contracturas, etcétera.
Solución: Adquirir buenos hábitos posturales o adaptar tu puesto de trabajo para evitar este tipo de posiciones de las piernas puede ser de ayuda para evitar estos episodios.
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En deportistas: esta sensación de adormecimiento de los pies pueden darse en alpinistas por congelaciones leves por frío (consulta nuestro tema sobre tener los pies siempre fríos). También en ciclistas debido a que su botín no es el adecuado o debido a un mala posición de la cala que presiona la planta del pie y provoca esta sensación de adormecimiento. Así mismo, se puede dar en corredores debido a que las zapatillas o el acordonado hacen presión en zonas concretas, sin necesariamente sentir dicha presión.
plantillas a medida) prescritas por su podólogo.
Solución: En algunos casos, la solución pasaría por el uso de unos soportes plantares a medida (
Qué hacer si se te duermen los pies: consejos para aliviarlo
Para mejorar estos casos más leves y siempre atendiendo a que lo ideal es siempre visitar a su podólogo de confianza para valorar su caso en concreto, existen determinadas actuaciones que podemos realizar por nosotros mismos como pueden ser:
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Baños de agua con contraste de agua fría y agua caliente, por ejemplo alternar 2 minutos en agua fría y 2 en agua caliente.
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También podemos masajear los pies en dirección desde la punta de los dedos hacia el pie y luego hacia la pierna.
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Realizar estiramientos de nuestra musculatura intrínseca (dentro del pie) y extrínseca (el músculo se encuentra dentro y fuera del pie), así como de la musculatura de las piernas y espalda.
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Por último, caminar a diario y mantener una dieta equilibrada y saludable.
Creado: 13 de julio de 2020