¿Por qué viven más las mujeres?
Actualizado: 29 de julio de 2022
El esperma puede tener la clave de la longevidad femenina. Una investigación japonesa sugiere que la razón podría encontrarse en la parte del genoma que se hereda por vía paterna.
El equipo del Dr. Tomohiro Kono, director del Instituto de Investigación Nodai, para demostrarlo, diseñó ratones de laboratorio creados a partir de dos madres, sin rastro de genes masculinos en su genoma. Mediante la extracción de un óvulo de ratón con un día de vida, transformaron su material genético en esperma y lo trasplantaron a otro ovocito (célula sexual femenina que da lugar a los óvulos) de ejemplares adultos, donde se obtuvo un embrión de ratón que implantaron en el útero de una madre de alquiler.
Los ratones que nacieron mediante esta técnica carecían de progenitor masculino y los denominaron 'ejemplares bimaternos'. Fueron criados en las mismas condiciones que otro grupo de ratones y al compararlos se demostró que los 'huérfanos de padre' vivían 186 días más de media que los normales, lo que se traduce en un tercio más.
En otro de sus experimentos, se comprobó el peso de los roedores a los 49 días de nacer y al cabo de 20 meses. Los resultados obtenidos reflejaron que aquellos animales que carecían de genoma paterno eran más delgados y poseían un sistema inmune más reforzado. En el estudio señalan que “mediante un mayor tamaño, los individuos machos maximizan sus posibilidades de reproducirse, algo en lo que realizan una fuerte inversión dando como resultado una longevidad más corta. Sin embargo, las hembras no se esfuerzan tanto en estos comportamientos tan costosos y reservan su energía para dar a luz y cuidar de la descendencia”.
Los autores concluyen que se trata de la primera evidencia que demuestra que algunos genes del esperma pueden influir de alguna manera en la longevidad de los mamíferos.
Creado: 4 de enero de 2011