Urticaria a frigore: vivir con alergia al frío
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Los meses invernales suponen un inconveniente para algunas personas, y no solo por el frío en sí mismo, sino por los efectos que éste produce en su piel: enrojecimiento, habones, sensación de picazón y quemazón y, en los casos más extremos, también problemas respiratorios e, incluso, anafilaxia. Son los síntomas y las consecuencias más evidentes de la urticaria a frigore: la alergia al frío, una urticaria crónica de baja prevalencia para la que aún no existe tratamiento, salvo la toma de antihistamínicos para controlar los síntomas y evitar exponerse a bajas temperaturas.
Y es que, si bien el invierno puede convertirse en una auténtica pesadilla para quienes padecen de alergia al frío, tampoco el resto del año pueden bajar la guardia, ya que el contacto de la piel con objetos fríos, los cambios bruscos de temperatura generados por el aire acondicionado, las inmersiones en agua fría o el consumo de productos refrigerados o congelados (refrescos, helados, alimentos de la nevera…) también desencadena episodios de urticaria a frigore. En función del grado de alergia, variará el frío necesario para desencadenar reacción en el organismo; una reacción que puede ser desde leve hasta en casos más graves la muerte.
Causas, diagnóstico y tratamiento de la alergia al frío
Hasta la fecha se sabe que la urticaria a frigore afecta de forma especial a niños, adolescentes y adultos jóvenes menores de 30, pero se desconoce la causa de su aparición. En algunos casos desaparece tal y como ha llegado, de forma espontánea, en cuestión de semanas o meses, pero hay pacientes para los que se convierte en una alergia crónica y que conviven con ella durante años e incluso décadas.
Hasta la fecha no existe un tratamiento específico para combatir la alergia al frío, salvo el uso de antihistamínicos y la evitación de bajas temperaturas, aunque ya se están llevando a cabo tratamientos experimentales para disminuir sus síntomas
Para su diagnóstico, una vez que constatamos que padecemos alguno de los síntomas, se lleva a cabo el test del cubito de hielo, que consiste en colocar un trozo de hielo envuelto en plástico en el antebrazo durante un periodo de tiempo de entre 5 y 10 minutos para ver la reacción que provoca en la piel. Otras pruebas exponen también el antebrazo a diferentes temperaturas para evaluar a partir de cuál de ellas se sitúa el umbral de resistencia al frío del paciente.
Hasta la fecha no existe un tratamiento específico para combatir la alergia al frío, aunque ya se están llevando a cabo tratamientos experimentales para disminuir sus síntomas. No en vano, una de estas terapias, llevado a cabo por especialistas del Hospital Municipal de Badalona y el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona ha conseguido controlar un caso de urticaria a frigore grave con la mezcla de un antihistamínico y un inhibidor leucotrieno.
Ante esta situación, y mientras estos nuevos tratamientos demuestran su eficacia en estudios comparativos más amplios, lo único que pueden hacer los pacientes afectados por este tipo de urticaria es tomar medidas de precaución y prevención, como abrigarse bien, dejar las mínimas partes del cuerpo expuestas al frío, evitar los cambios bruscos de temperatura y procurar no ingerir alimentos fríos o helados, así como bañarse en piscinas, mares o lagos donde el agua puede estar a temperatura muy baja y causarles un shock grave. Incluso puedes llevar un termómetro digital que te indique si tu bebida o la zona donde quieren lanzarte al agua están a una temperatura que podrás soportar. Eso sí, prohibida la nieve.
Creado: 31 de enero de 2017