Vérnix caseosa en el recién nacido
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La vérnix caseosa –que también es conocida como unto sebáceo– es una sustancia de color blancuzco que cubre la piel de muchos bebés cuando nacen. Generalmente comienza a formarse entre las semanas 19-20 de embarazo, y su función es proteger la piel del feto del contacto con el líquido amniótico en el útero materno. Su aparición coincide con la formación del estrato córneo o capa superficial de la piel, que necesita el ambiente seco que le proporciona la vérnix para completar su desarrollo.
El nombre vérnix caseosa tiene su origen en los términos latinos vérnix, que significa ‘barniz’, y caseoso, que significa ‘queso’, lo que da una idea del aspecto que ofrece esta capa untuosa, que se acumula especialmente en la espalda, el cuero cabelludo y los pliegues de las extremidades del recién nacido.
La vérnix caseosa favorece el desarrollo del manto ácido de la piel y la termorregulación del recién nacido, y se ha comprobado que su contenido en vitamina E puede proteger al bebé de los rayos ultravioletas del sol
La vérnix caseosa –que se compone de un 80% de agua, un 10% de grasa y un 10% de proteínas, y también contiene pelos, restos de células epidérmicas, secreciones de las glándulas sebáceas, e incluso vitamina E– actúa como un aislante de la humedad y previene la deshidratación de la delicada piel del feto. Sin embargo, no todos los niños nacen recubiertos por esta sustancia, porque su producción se reduce a partir de la semana 36 de embarazo, y por eso los bebés prematuros tienen más cantidad de vérnix caseosa que los que nacen a término.
Cuándo limpiar la vérnix caseosa
Los padres prefieren ver a su pequeño limpito y sonrosado, y no cubierto por una sustancia pegajosa, pero los expertos recomiendan mantener la vérnix caseosa en contacto con la piel del bebé durante sus primeros días de vida porque la mantiene hidratada y evita que se reseque o agriete, y ejerce una función protectora, una especie de barrera frente a infecciones. La vérnix caseosa favorece el desarrollo del manto ácido de la piel y la termorregulación del recién nacido –ayudándole a mantener la temperatura–, y se ha comprobado que su contenido en vitamina E puede proteger al bebé de los rayos ultravioletas del sol.
Por sus propiedades beneficiosas, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el vérnix no se debe eliminar y el baño del bebé debe retrasarse como mínimo seis horas, y algunos especialistas aconsejan esperar alrededor de una semana antes de bañar al niño para permitir que la piel reabsorba esta sustancia de forma natural. En cualquier caso, si lavas a tu hijo antes de que desaparezca este manto graso, no debes frotar para retirarlo, ya que la vérnix que queda en los pliegues en forma de costra se desprenderá por sí sola, y si intentas quitarla podrías provocar alguna heridita.
Creado: 1 de marzo de 2016