Virus Alaskapox, primera víctima de la viruela de Alaska: qué se sabe
Actualizado: 15 de febrero de 2024
Un hombre mayor e inmunodeprimido que fue arañado por un gato callejero se ha convertido en la primera persona que fallece a causa de la infección por el virus Alaskapox (AKPV) en Estados Unidos. La víctima residía en una zona boscosa en la Península Kenai (Alaska) y no había viajado recientemente. Vivía solo y, según explicó a los médicos que le atendieron, cuidaba a un gato callejero que cazaba pequeños mamíferos y que le había arañado en varias ocasiones. Uno de los arañazos le causó una herida cerca de la axila derecha un mes antes de que le saliera un sarpullido.
El fallecido también había estado trabajando en el jardín de su casa hasta septiembre de 2023, pero no informó sobre ningún otro contacto con animales y, aunque se tomaron muestras al felino que le había arañado y se enviaron a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, las pruebas realizadas para anticuerpos y ortopoxvirus han dado negativo, por lo que, aunque los arañazos del gato callejero constituyen una posible fuente de inoculación mediante la transmisión por fómites, no se ha podido determinar con seguridad el origen de la infección.
Este es el séptimo caso de viruela de Alaska en el estado y el primero que se produce fuera del área de Fairbanks –donde se detectaron los primeros casos de la enfermedad en 2015 en adultos que presentaban una enfermedad autolimitada que consistía en una erupción localizada y linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos)–, según informaron epidemiólogos estatales el pasado 9 de febrero.
Qué es el Virus Alaskapox y cómo se contagia
El Alaskapox (AKPV) es un ortopoxvirus, que son virus de ADN de doble cadena que provocan viruela y al que pertenecen patógenos como el que causa la viruela del mono. Muchos de ellos son de origen zoonótico, como el AKPV, y se contraen al entrar en contacto con mamíferos que estén infectados. Las pruebas realizadas en pequeños mamíferos en Faribanks detectaron la presencia de infección actual o previa por AKPV en cuatro especies diferentes (aunque principalmente en topillos de lomo rojo y musarañas). También se han documentado pruebas sugestivas de infección previa por AKPV en al menos una mascota doméstica vinculada a un paciente.
Aún se desconoce el alcance de la distribución geográfica del virus y los reservorios animales, pero los expertos consideran que es poco probable que la enfermedad se propague ampliamente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la información sobre enfermedades emergentes puede cambiar rápidamente. Los virus pueden expandirse fuera de sus áreas geográficas originales debido a varios factores, como los cambios en los patrones de movimiento de los animales huéspedes, el comercio global y los viajes internacionales.
El varón fallecido constituye el séptimo caso de viruela de Alaska notificado a la Sección de Epidemiología de Alaska (SOE), pero el hecho de que sea el primero que se detecta fuera del área de Fairbanks “indica que [el virus Alaskapox] parece estar más extendido geográficamente entre los pequeños mamíferos de Alaska de lo que se sabía anteriormente, y justifica una mayor concienciación entre los médicos en todo el estado”, han advertido los funcionarios.
Síntomas de la infección por Alaskapox (AKPV)
Debido a que hasta ahora la infección por el virus Alaskapox se ha identificado en muy pocos humanos, la información sobre sus manifestaciones clínicas es muy limitada. Sin embargo, los síntomas observados en los afectados son similares a los de otras infecciones víricas, e incluyen:
- Una o más lesiones en la piel. Al igual que otros virus de la familia Poxviridae, el Alaskapox puede causar lesiones o erupciones cutáneas, que pueden ser similares a las observadas en infecciones por otros virus de la misma familia, como la viruela o el molluscum contagiosum.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Malestar general y fatiga: los pacientes pueden experimentar malestar general o fatiga.
- Dolores musculares o articulares.
- Fiebre.
El paciente recientemente fallecido sufrió otras complicaciones, como celulitis infecciosa que afectó a la movilidad del brazo donde tenía la lesión principal, dolor de tipo neuropático, retraso en la cicatrización de las heridas, desnutrición, insuficiencia renal aguda e insuficiencia respiratoria.
Cómo se trata la viruela de Alaska
Hasta ahora, el objetivo del tratamiento para la infección por el virus Alaskapox ha sido el alivio de los síntomas, ya que no existe una terapia antiviral específica, por lo que se ha basado en:
- Controlar los síntomas, lo que puede incluir la administración de medicamentos para reducir la fiebre, aliviar el dolor u otros síntomas específicos que el paciente pueda experimentar. Los expertos del SOE han recomendado prescribir terapia antiviral e inmunoglobulina intravenosa (IgIV) en pacientes con viruela de Alaska que se encuentren inmunocomprometidos.
- Cuidado de las lesiones cutáneas, que pueden requerir limpieza y cuidado para prevenir infecciones secundarias. En algunos casos, se pueden prescribir antibióticos tópicos o sistémicos si hay signos de infección bacteriana secundaria.
- Monitoreo y soporte general: Esto incluye el seguimiento regular del estado del paciente y la provisión de soporte general para la salud, como asegurar una hidratación adecuada y descanso.
- Aislamiento para prevenir la transmisión. Dado que se sabe poco sobre la transmisión del virus Alaskapox, es conveniente tomar precauciones para evitar la propagación del virus a otras personas, especialmente en entornos de atención médica.
Cómo prevenir la infección por el virus Alaskapox
Las personas que observen una nueva lesión en su piel y hayan tenido un contacto cercano reciente con animales salvajes, o con mascotas que pudieran haber tenido contacto con estos, deberían consultar a un médico, sobre todo si tienen ganglios linfáticos inflamados o fiebre, u otros síntomas poco habituales.
Los funcionarios del estado de Alaska han publicado una serie de recomendaciones especialmente destinadas a los profesionales sanitarios de las zonas afectadas y a las personas que vivan o se trasladen allí, como:
- Mantenerse alejado de los animales silvestres y no tocar nunca animales muertos.
- Lavarse muy bien las manos si se hubiera entrado en contacto con animales salvajes o sus heces, o tras pasar tiempo al aire libre o en lugares donde hubiera podido haber fauna silvestre (patios o jardines, cabañas o cobertizos).
- Si sale con su mascota, evite que interactúe con animales silvestres, ni olisquee o coma sus restos. Para ello, lo mejor es sujetarlas con la correa cuando se encuentre en zonas no cercadas donde pueda perderlas de vista.
- Antes de desplazarse a zonas naturales es conveniente conocer su vida silvestre para prevenir los riesgos en la medida de lo posible (insectos o arañas que pican, serpientes venenosas…).
- En caso de apreciar lesiones en la piel, evitar tocarlas, mantenerlas secas y cubiertas y extremar la higiene de manos. Además, evitar compartir ropa u otros artículos que hayan podido entrar en contacto con las lesiones, y lavarlos por separado. Aunque hasta ahora no se ha reportado ningún caso de transmisión de persona a persona, algunos ortopoxvirus sí se pueden transmitir por el contacto directo con las lesiones.
- Los médicos deben familiarizarse con las características clínicas de la viruela de Alaska y considerar la posibilidad de realizar pruebas de infección por ortopoxvirus en pacientes con una enfermedad clínicamente compatible. Se debe informar de inmediato de los casos sospechosos de viruela de Alaska al SOE.
Creado: 15 de febrero de 2024