Vivir sin bazo, ¿cómo afecta a la salud?
Actualizado: 8 de mayo de 2023
El bazo es un pequeño órgano del tamaño más o menos de un puño (mide unos 12 cm) que se encuentra en la cavidad abdominal, a la izquierda, encima del estómago y en contacto con el páncreas, el diafragma y el riñón izquierdo. Es de los pocos órganos con cuya extirpación (lo que en el lenguaje médico se conoce como esplenectomía) se puede seguir llevando una existencia casi normal, a pesar de que tiene funciones muy importantes para la salud, ya que es el encargado de mantener limpia la sangre y de crear anticuerpos.
Funciones del bazo en el organismo
El bazo cumple varios cometidos en el organismo que influyen en nuestro estado de salud:
A pesar de estas importantes tareas inmunológicas y hematológicas, las personas sin bazo pueden hacer una vida casi normal. “Son muchas las personas que viven sin él porque se lo han tenido que quitar, o bien porque nacen sin él, o porque tienen un bazo que no funciona, lo que denominamos asplenia funcional”, explica el Dr. Juan María Herrero, médico internista y vocal de comunicación del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
En qué casos hay que extirpar el bazo
El bazo se tiene que extraer por muchos motivos, pero el más frecuente es por un golpe que ha provocado su rotura. “Es necesario extirpar este órgano en el caso de traumatismos importantes; por ejemplo, después de un accidente de tráfico”, dice la doctora Maravillas Carralón.
Al tratarse de una víscera sin protección ósea al bazo le pueden afectar los golpes fuertes y rasgarse, sin necesidad de que se produzca una herida en la piel. En esta situación se realiza la extirpación para evitar una grave hemorragia intraabdominal.
El bazo actúa como fábrica y almacén de linfocitos que son nuestras defensas, por lo tanto, tiene un papel muy importante dentro de nuestro sistema inmune
Los síntomas que indicarían que se ha producido la rotura del bazo, como nos comenta el doctor Herreno, son “dolor en la parte superior izquierda del abdomen o en la parte baja del tórax de ese mismo lado, o más generalizado con peritonitis”. También puede doler el hombro izquierdo, molestia que empeora al coger aire. “Si existe un sangrado importante, el paciente puede encontrarse con baja tensión arterial, o incluso llegar a perder el conocimiento”, agrega.
Pero un fuerte golpe no es la única causa de la esplenectomía, la intervención también es necesaria en los siguientes casos:
Cómo se realiza la extirpación del bazo
Cuando es necesario quitar el bazo, la intervención se puede realizar mediante alguno de estos métodos:
- Por laparoscopia: en este caso, a través de unas pequeñas incisiones en el abdomen, el cirujano, con la ayuda de una cámara, extrae el bazo con unos bisturís especiales. La ventaja de esta técnica es que la recuperación es más rápida y menos dolorosa, pero no se puede realizar cuando la extirpación de produce como consecuencia de la rotura del bazo.
- Laparotomía o cirugía tradicional: a través de incisión en el abdomen. Es lo más habitual cuando se trata de roturas traumáticas del bazo.
Cuidados de las personas sin bazo
Aunque se pueda vivir sin bazo, las personas esplenectomizadas deben tomar algunas precauciones. “Las personas sin bazo son más susceptibles a algunas infecciones bacterianas, como el neumococo, o parasitarias, como la malaria. Y tanto los pacientes como sus familiares y cuidadores deben conocer esa mayor susceptibilidad”, señala el doctor Juan María Herrero.
De hecho, un estudio realizado en 2006 en Escocia por la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y otros centros de investigación escoceses, publicado en la The American Journal of Medicine, señalaba que de los 1.646 pacientes analizados, alrededor del 21% sufrió una infección grave que requirió hospitalización, y que el riesgo de infección fue mayor en los primeros tres años después de la extirpación del bazo, reduciéndose tras ese periodo de tiempo.
Por todo eso y para disminuir el riesgo de infecciones, deben adoptar ciertas medidas, que nos detalla el doctor Juan María Herrero:
COVID-19 en los pacientes sin bazo
Como hemos comentado, el bazo se encarga sobre todo de luchar contra las infecciones bacterianas y parasitarias, al eliminar esos gérmenes del torrente sanguíneo y produciendo anticuerpos contra ellos. Pero no actúa así, según el doctor Juan María Herrero, cuando la infección la ha provocado un virus. “Sin embargo, es cierto que su relación con las infecciones virales está mucho menos estudiada, y en alguna, como en el caso del citomegalovirus, se postula que puede haber una mayor predisposición a complicaciones por una peor respuesta inmunológica”, señala.
Las personas sin bazo deben extremar las medidas para prevenir el contagio de COVID-19 porque a menudo tienen otras enfermedades que podrían aumentar el riesgo de complicaciones
En el caso del COVID-19, “no hay prácticamente información”, afirma. Además, no es fácil saber si las personas sin bazo y contagiadas de coronavirus tienen más riesgo de complicaciones porque, como señala el vocal de la SEMI, “tienen en ocasiones una enfermedad de base que puede también favorecer un curso más complicado de la COVID-19. No se debe olvidar la posibilidad de una mayor predisposición a las sobreinfecciones bacterianas. Por lo tanto, y hasta disponer de más información, la recomendación para estos enfermos es extremar las medidas generales aconsejadas para la población general”, señala.
Creado: 18 de diciembre de 2020