El cáncer, la demencia y el asma son las enfermedades crónicas que más temen los españoles
14/12/2010
El estudio Bupa Health Pulse 2010 sobre enfermedades crónicas revela que al 35% de los encuestados en España le preocupa padecer cáncer por encima de cualquier otra enfermedad (cifra que disminuye hasta el 23% en los mayores de 55 años), seguida de la demencia, con un 14% (porcentaje que aumenta a medida que lo hace la edad), y el asma, con un sorprendente 11% (el tanto por ciento más elevado de los países encuestados). En el lado opuesto, la dolencia de tipo crónico que los españoles menos temen es la obesidad, con un 21%, aunque si es una de las que más preocupa a los jóvenes de entre 18 y 24 años.
Ante la pregunta sobre qué enfermedad crónica creen los españoles que mayor número de personas padecen en nuestro país, un 30% piensa que es la obesidad, seguida por un 23% que opta por el cáncer. En este estudio han participado 12.262 personas de 12 países: Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, México, Rusia, China, Brasil, Estados Unidos, Australia e India.
Los españoles ante las enfermedades crónicas
Según el citado estudio, a un 73% de los españoles les preocupa padecer una enfermedad crónica. Y sólo a un escaso 4% de encuestados este tema no le preocupa nada. Frente a esta preocupación, siete de cada diez españoles aseguran haber tomado alguna medida para conocer su riesgo de padecer una enfermedad crónica en el último año. De estos, un 62% ha acudido a la consulta de su médico de cabecera, el mayor porcentaje de todos los países analizados, y un 14% ha participado en campañas nacionales de prevención. Les siguen las personas que han preferido pagar por un chequeo médico completo (9%) y las que han investigado y evaluado sus riesgos a través de Internet (7%). Muchos de los encuestados han utilizado dos o más herramientas de las citadas anteriormente para conocer su estado de salud y sus probabilidades de desarrollar una enfermedad crónica.
A pesar de todo, todavía existe un 29% de españoles que no han hecho nada por saber si sus hábitos de vida desencadenarán en una enfermedad crónica. Porcentaje que aumenta hasta el 54% entre los más jóvenes (de 18 a 24 años) y disminuye hasta el 11% entre los mayores de 65 años. La falta de tiempo (19%), la creencia de que nada puede prevenir este tipo de enfermedades (13%), el coste (12%), el no saber cómo hacerlo (11%), la falta de información sobre qué hacer (10%) o el miedo a los resultados (10%) son las principales excusas esgrimidas por los encuestados para no comprometerse con su salud.
A los españoles participantes en este estudio, lo que más les preocupa es padecer una enfermedad prolongada (17%), no poder acceder a los mejores tratamientos (15%) y el dolor físico que algunas de estas enfermedades pueden acarrear (14%). A diferencia de lo que ocurre en España, a escala internacional la mayor preocupación es no poder costearse el mejor tratamiento posible (16%), algo que temen sobre todo mexicanos y brasileños.
35 millones de muertes evitables
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de las muertes que se producen cada día en el mundo están relacionadas con enfermedades de tipo crónico que podrían prevenirse, esto significa unos 35 millones de fallecimientos evitables al año.
La situación además de influir a los pacientes que las padecen, que ven afectada su calidad de vida, también repercute de manera negativa en sus familias y la sociedad en general, pues sus efectos, además de sociales también son económicos. No en vano, “una patología de tipo crónico obliga -según Philippe Paul, director general de Health Dialog España- tanto a quien la padece como a sus personas más cercanas, a plantearse nuevos escenarios en su vida, a lidiar con nuevos y complicados retos y a modificar determinados hábitos de vida en mayor o menor grado. Este tipo de enfermedades pueden trastocar muchos aspectos en la vida de los pacientes, por ello es muy importante ser consciente de ello”.
A día de hoy las enfermedades crónicas causan más muertes que las de tipo infeccioso o congénitas, una afirmación que llama la atención si se tiene en cuenta que un alto porcentaje de las mismas podrían evitarse con simples modificaciones en los hábitos de vida y revisiones periódicas. Según afirma Julien Forder, investigador principal de la London School of Economics y autor del informe encargado por Bupa que analiza los resultados del estudio, “las investigaciones demuestran que el ejercicio físico es uno de los cambios de hábitos de vida más eficaces para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Casi una tercera parte (30%) de los casos de cardiopatía y más de una cuarta parte (27%) de los de diabetes podrían evitarse si los afectados empezaran a hacer ejercicio físico”.
Actualizado: 28 de agosto de 2017