Causas y síntomas de la intolerancia a la sacarosa
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La causa de la intolerancia a la sacarosa es el déficit de la enzima que colabora en la digestión del azúcar: sucrasa, sacarasa o invertasa. Esta deficiencia tiene un origen genético y está presente desde el nacimiento. En algunas ocasiones, y cuando hay ya una cierta predisposición, esta carencia de sacarasa puede resultar desapercibida hasta edades donde el consumo de sacarosa sea mayor. En el caso de los bebés, en el momento en que se introducen las frutas o fórmulas infantiles con adicción de azúcar suele ser cuando se ocasionan los síntomas y se descubre la intolerancia.
Asimismo, algunos niños pueden ir tolerando cantidades mayores de sacarosa a lo largo de los años y lo que comienza siendo un serio problema de digestión, puede ir derivando en alteraciones menores.
Síntomas y complicaciones de la intolerancia a la sacarosa
Los síntomas de la intolerancia a la sacarosa son principalmente de tipo gástrico o intestinal con dolor abdominal, distensión gástrica, malestar o procesos diarreicos. Si el problema no se trata y los síntomas continúan de manera más o menos de horma crónica, el estado nutricional puede verse afectado por la pérdida de micronutrientes debido a la diarrea.
Del mismo modo, también podría desencadenarse una deshidratación si no se compensan las pérdidas de líquidos. Todo este proceso podría suponer un retraso en el crecimiento y desarrollo de los niños, así como el cansancio generalizado con presencia de anemia o diversos déficits nutricionales en personas adultas.
El primer paso básico y fundamental para el tratamiento debe ser el diagnóstico temprano. Así, cuanto antes se sepa si se padece la intolerancia, antes se puede iniciar el tratamiento y minimizar las consecuencias de este problema.
Creado: 30 de noviembre de 2016