Comer frutos secos en el embarazo reduce alergias

La ingesta de frutos secos durante el embarazo reduce las posibilidades de que el bebé tenga alergia a estos alimentos durante su infancia, según revela un estudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de Boston.
Mujer embarazada comiendo frutos secos

En la última década se ha duplicado el número de personas que sufren alergias alimentarias, un aumento que se aprecia sobre todo en los niños. Algunos estudios han asociado la ingesta de frutos secos durante el embarazo a un aumento del riesgo de que el futuro bebé presentase alergia frente a estos alimentos. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de Boston, no solo desmiente dicha asociación, sino que revela que el consumo de frutos secos a lo largo de la gestación puede contribuir a reducir el riesgo de alergia en los descendientes.

PUBLICIDAD

Los autores del trabajo –cuyos resultados se han publicado en JAMA Pediatrics– analizaron datos de 10.907 niños que habían nacido entre 1990 y 1994, y cuyas madres registraron su alimentación durante el embarazo, incluidas en el estudio Nurses’ Health II. Comprobaron después los casos de alergias a frutos secos que presentaron sus hijos durante la infancia, comparándolos con la alimentación que ellas siguieron en la gestación.

El estudio avala la hipótesis que defiende que una exposición temprana al alérgeno incrementa la probabilidad de tolerancia y reduce el riesgo de alergias alimentarias en la infancia

Los autores del trabajo pudieron así constatar que la incidencia de alergia a frutos secos era cinco veces menor entre los hijos de mujeres que los habían consumido (más de cinco veces cada mes) cuando estaban embarazadas, que entre los niños cuyas madres se habían abstenido de comer estos alimentos durante la gestación.

PUBLICIDAD

De hecho, y tal y como han explicado estos investigadores, el riesgo de alergia a estos alimentos en los hijos resultaba menor cuanto más frutos secos habían consumido las madres mientras los llevaban en su seno. Por ello, consideran que los resultados de la investigación avalan la hipótesis que defiende que una exposición temprana al alérgeno incrementa la probabilidad de tolerancia y reduce, por lo tanto, el riesgo de alergias alimentarias en la infancia.

PUBLICIDAD

Actualizado: 19 de febrero de 2020

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD