Cómo sustituir las legumbres y frutos secos en la dieta del alérgico
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
Tener una alergia alimentaria implica eliminar para siempre ese ingrediente de la alimentación. Eso no debe suponer un problema a la hora de mantener una dieta variada y equilibrada, puesto que hay muchos otros alimentos que pueden aportar los nutrientes necesarios sin poner en peligro la salud.
Ante todo, hay que asegurarse de que no se tiene reacciones cruzadas con otros alimentos del mismo tipo. En ese caso, es tan sencillo como consumir aquellos que no ocasionen reacciones alérgicas. Por ejemplo, si se tiene alergia a las lentejas, pero no a otras legumbres, el consumo de garbanzos, habas o judías aportará a la dieta la fibra, proteínas y fitonutrientes característicos de estos alimentos. Cuando esto no sea posible, los cereales integrales, las frutas y verduras aportarán la fibra y muchos de los fitonutrientes presentes en los alimentos vegetales.
Es importante destacar que los fitonutrientes es un grupo muy complejo de sustancias químicas y no se ha demostrado que sean elementos esenciales para la vida como lo son las vitaminas y minerales, con lo que pueden conseguirse a través de otros vegetales. En el caso de las proteínas, las carnes, pescados y huevos aportarán todos los aminoácidos esenciales que nuestras células necesitan.
Sin embargo, el caso de los frutos secos es más complicado, puesto que las reacciones cruzadas entre ellos son más habituales. En este caso, lo mejor es no consumirlos y aportar las grasas insaturadas a través de aceites de semillas (evitando el sésamo) y otros alimentos como el aguacate, las aceitunas, margarina y pescados azules.
Creado: 10 de noviembre de 2011