Tratamiento de la alergia a aditivos alimentarios
Actualizado: 28 de julio de 2022
El tratamiento para evitar las reacciones alérgicas provocadas por los aditivos alimentarios se basa, como en todas las alergias alimentarias, en la dieta de exclusión. Esto conlleva evitar todos los alimentos que contengan el aditivo implicado. En el caso de algunos aditivos, como la tartracina, es particularmente complicado el control de su consumo por la diversidad de su uso. Debido a la intensidad del color naranja o amarillo que produce, la tartracina (E102) se usa en golosinas, chucherías, bebidas refrescantes, zumos, galletas, gelatinas, productos de repostería, bebidas alcohólicas…
Para conseguir esto, es necesario revisar concienzudamente el etiquetado de los alimentos para comprobar la presencia de los aditivos. También es fundamental conocer la denominación numérica del aditivo.
En el caso de la segunda alergia a aditivos más frecuente, alergia a los benzoatos, se incluyen diferentes sustancias: benzoato sódico (E 211), benzoato potásico (E 212), benzoato cálcico (E 213) o ácido benzoico (E 210). Los alimentos que hay que evitar son mermeladas, confituras, zumos, refrescos, encurtidos, chicles, zumos y similares. Como se puede observar, este grupo de sustancias está ampliamente distribuida.
Como consejos prácticos a la hora de seguir una dieta de eliminación, hay que destacar que se mejora la probabilidad de disminuir los aditivos si se evitan los productos preparados o precocinados. Cuanto menos procesados estén los alimentos, menor contenido aditivo contiene.
También es conveniente no tomar un alimento si se tienen dudas acerca de su composición. Es mejor ser prudente y no arriesgarse a sufrir algún síntoma de la reacción alérgica por desconocimiento. En estos casos lo ideal es que acudas a tu médico de cabecera o dermatólogo para realizarte las pruebas pertinentes.
Creado: 26 de octubre de 2016