Las necesidades nutricionales de la mujer embarazada aumentan, por eso, hay que llevar una dieta sana, variada y equilibrada que las cubra y permita llevar a buen término la gestación. No comas por dos, come mejor.
Tu ginecólogo o médico de cabecera te recomendará qué debes o no comer en base a tu historial médico, así como si padeces alguna alergia o intolerancia, pero estos son, por lo general, los alimentos que se deben evitar durante el embarazo:
No tomar alimentos o condimentos fuertes.
Reducir el consumo de grasas, que deben ser entre el 30 y el 35% de las kilocalorías totales de la dieta. Para ello, lo mejor es evitar los fritos y cocinar los alimentos a la plancha, al vapor, en papillote o cocidos.
Disminuir o evitar el consumo de aquellas sustancias que contienen cafeína, como el café o los refrescos carbonatados, pues además de porque inhibe la absorción de hierro, la madre la elimina pronto tras su consumo, mientras que el feto tarda mucho más alcanzando niveles iguales a los de la madre.
Mucho cuidado con consumir la carne cruda o poco cocida de alimentos que puedan producir intoxicación como es el caso de las ostras y el marisco en general o los embutidos, como el jamón serrano, que pueden provocar toxoplasmosis.
No abusar del azúcar, ni de la sal, pues pueden provocar subidas de la glucosa en sangre y el aumento de la presión arterial.
Prestar atención a las etiquetas de los alimentos, especialmente si sufres alguna alergia o intolerancia alimentaria.
Está demostrado que el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas es perjudicial para el desarrollo del feto, pues se pueden llegar a transmitir a través de la placenta.
En cuanto a los medicamentos, tomarlos siempre bajo prescripción médica, ya que existen fármacos que atraviesan la placenta y pueden dañar al feto.
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Además de todas las recomendaciones anteriores, Marta González Caballero, nutricionista y autora de ‘Manual de alimentación en el embarazo’, aconseja lo siguiente:
El queso sin pasteurizar puede contener Listeria, una bacteria peligrosa que en el embarazo puede aumentar el riesgo de aborto. Evita los quesos como el brie, queso azul, fresco o camembert.
El sushi contiene pescado crudo que también puede provocar infecciones, mejor déjalo como festín después del parto.
Si realizas o te invitan a postres caseros debes tener en cuenta si se han utilizado para su realización huevos sin pasteurizar, pues pueden provocar salmonelosis. Al igual que con salsas caseras como la mayonesa, si no puedes resistirte opta por las que ya se venden hechas.