Necesidades nutricionales en la lactancia
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
En el periodo que sigue al parto, las necesidades calóricas de la madre aumentan de manera notable, hasta 500 Kcal/día, especialmente destinadas a la recuperación y la producción de la leche materna. Sin embargo, esto no quiere decir que la madre se dedique a comer sin control para incrementar la energía de los platos, sino que controle su dieta y la haga más concentrada en nutrientes para lograr así su objetivo: cubrir el aumento de necesidades calóricas de la madre y los requerimientos del bebé y favorecer la lactancia.
Tampoco es acertado iniciar dietas hipocalóricas estrictas o planes de alimentación muy severos, con el fin de rebajar el peso ganado durante la gestación, ya que este es un proceso que llevará su tiempo.
Respecto a las proteínas, también debe aumentar su consumo respecto a las recomendaciones en mujeres no lactantes ni gestantes. La toma correcta es de 2 g de proteína por peso corporal y día, cuando en una persona no lactante es de 1 g. Además, se recomienda priorizar el uso de proteínas de alto valor biológico.
En cuanto al contenido de hidratos de carbono y grasas, la recomendación es la normal y no existe variación respecto a una dieta no lactante.
Los minerales con mayor demanda son el calcio y el fósforo, algo lógico teniendo en cuenta que participan en la mineralización ósea, desarrollo dental y neurológico del bebé, por lo que dichos minerales deberá aportarlos la madre a través de la lactancia materna.
En lo que respecta a las vitaminas, existe un aumento generalizado en la necesidad de todas ellas, bien sean hidrosolubles o liposolubles.
Otra parte fundamental en esta etapa es la hidratación cuidadosa, ya que la leche materna está compuesta fundamentalmente por agua y, por tanto, las necesidades de líquido aumentan en la madre. Los líquidos deberían estar presentes en la dieta en una cantidad de 2,5-3 litros al día, aproximadamente.
Creado: 29 de agosto de 2012