Durante los seis primeros meses de vida la leche materna –o la leche de fórmula– es el único alimento que necesita un bebé. A partir de esa edad, ya se pueden incorporar otros alimentos a la nutrición del lactante.
A partir del año de vida la nutrición del lactante da un vuelco.
Desarrollo del bebé a partir del año
Numerosos cambios empiezan a aflorar como son:
Bebe en vaso.
Empieza a caminar.
Balbucea palabras como mamá, papá...
Quiere comer solo (con los dedos, cogiendo su cuchara, etcétera).
Degusta diferentes sabores y texturas.
Ha crecido de tamaño, convirtiéndose un experto en el gateo, andando cada vez con más facilidad.
Señala objetos que quiere coger, ilustraciones de un libro...
Empieza el aprendizaje de nuevas palabras, siendo los padres los encargados de enseñarle a pronunciar correctamente, formando así sus primeras frases (es recomendable animarlo y alentarlo, en cada nueva palabra, para que el bebé progrese más rápido en su aprendizaje).
Igual que puede coger objetos con las manos, también los arroja por los aires, perfeccionando así su coordinación motora.
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Nutrición recomendada en lactantes a partir del año de vida
Empieza a comer con la mamá en la mesa usando él su sillita y utilizando cubiertos y vasos de plásticos, especialmente diseñados para bebés. Tiene más control, intentando no aplastar los alimentos que coge con la mano.
Mastica cada vez mejor, porque ya le han salido más dientes, pero sin llegar a ser alimentos duros. Puede comer casi todo tipo de alimentos, siempre y cuando la textura sea la adecuada, respetando las cantidades máximas de los distintos alimentos.