Nutrición en niños
La alimentación es un factor básico en el correcto desarrollo de los niños, e inculcarles unos hábitos alimenticios adecuados desde la infancia ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad o la diabetes.

Importancia de la alimentación en la infancia

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 5 de junio de 2024

La educación nutricional y la adquisición de hábitos alimentarios son parte de la cultura alimentaria que una persona adquiere a lo largo de su vida. Una labor imprescindible y muy importante de los padres y los educadores, que deben intentar conseguir aportar esos conocimientos a los niños a medida que vayan creciendo.

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Importancia de la alimentación en la infancia

La alimentación es uno de los factores más importantes que interviene directamente en el correcto crecimiento y desarrollo tanto físico como mental de los niños. Si desde la infancia se les inculcan unos buenos hábitos alimentarios, en casa y en el colegio, estos favorecerán una vida más saludable en la edad adulta.

Mantener una dieta variada y saludable contribuirá a prevenir problemas de salud a corto y largo plazo, como obesidad, trastornos cardiovasculares, la diabetes yalgunostiposde cáncer. Además, un niño mal alimentado puede presentar desnutriciónanemiaobesidadproblemas de aprendizaje y de conducta…

Nutrición en niños

Inculcar buenos hábitos alimentarios en los niños previene el sobrepeso y la obesidad, la desnutrición crónica, el retardo del crecimiento, la anemia por déficit de hierro y las caries dentales. Además, un niño bien alimentado tiene mayor energía para el aprendizaje y para desarrollar una actividad física adecuada.

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Por ello, es importante enseñarles cuál es la base de una dieta equilibrada y esto se puede llevar a cabo de manera divertida y dinámica para que los más pequeños se diviertan comiendo sano. Además de prepararles almuerzos y meriendas equilibradas ricas en frutas, una buena manera de hacerlo es preparando comidas saludables juntos y haciéndoles partícipes en la cocina, se lo pasarán genial y aprenderán cómo comer sano.

Cinco comidas al día en la dieta de un niño

Los niños también deben hacer cinco comidas al día. Esta es la mejor manera de distribuirlas:

Desayuno

Desayuno

El aporte energético-calórico que proporciona el desayuno es de gran importancia, ya que les permitirá conseguir un adecuado rendimiento a lo largo del día, tanto físico como intelectual, en las tareas escolares. Un desayuno completo debe consistir en la tríada de lácteos, frutas y cereales.

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Hay estudios, como el enKid (estudio transversal realizado sobre una muestra aleatoria de la población española con edades comprendidas entre los dos y los 24 años), que muestra datos como:

  • Un 8% de los niños españoles acude al colegio sin haber desayunado.
  • Sólo el 5% realiza un desayuno completo.
  • Sólo el 9% toma zumos de frutas y el 5% alguna pieza de fruta entera.

Lo que les va a proporcionar un buen desayuno es:

  • Disminuir el consumo de alimentos menos apropiados (bollería, azúcares, etcétera).
  • Va a ayudar a prevenir la obesidad, mejorando el rendimiento intelectual y físico y la actitud en el ámbito escolar.
  • Conseguir unos aportes nutricionales más adecuados.

Es necesario que el niño desayune acompañado, a ser posible en familia, sentado en la mesa y dedicándole un tiempo entre 15-20 minutos, con un ambiente relajado. Los que dedican menos de diez minutos al desayuno, o lo hacen solos, tienen ingestas más deficitarias que aquellos que lo hacen acompañados.  

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Media mañana

Media mañana

Es recomendable que el niño no pase muchas horas sin comer entre el desayuno y la cena. Como ejemplos de alimentos saludables para este periodo tenemos:

  • Yogur y fruta.
  • Barra de cereales y yogur de frutas.
  • Bocadillo de queso y tomate con un zumo.

Comida

Almuerzo

Es necesario incorporar una amplia variedad de alimentos en la dieta diaria, pero va a depender de donde coma el niño.

En casa se tiene más libertad de elección, lo que permite innovar recetas y elegir los métodos de elaboración más saludables.

Si es en la escuela, los menús deben ser suficientes, variados y agradables. Como funciones principales:

  • Deben de proporcionar comidas de calidad desde el punto de vista nutricional.
  • Poseer hábitos higiénicos alimentarios y de comportamiento adecuados.
  • Jugar con la variedad gastronómica y aspectos culturales de la alimentación.
  • Adecuada frecuencia en el consumo de alimentos.
  • Ajustarse a la época y a la temporada del año.
  • Evitar las combinaciones del primer y segundo plato de difícil aceptación por el niño (por ejemplo, de primero verdura y de segundo pescado).
  • Cuatro de los cinco días de la semana deberían incluir fruta fresca.
  • Platos bien preparados y apetecibles, que estimulen las ganas de comer.
  • La comida debe ser pausada, que se trate de un encuentro social y de aprendizaje.

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Merienda

Merienda

La merienda permite completar el aporte energético del día, nos ayuda a calmar el hambre del niño, evitando que llegue a la hora de la cena con muchas ganas de comer. Se recomienda fruta, zumos, leche, yogur o un bocadillo, reservando la bollería para algún capricho muy esporádico.

Cena

Cena

Es la última comida del día, y debemos procurar darles aquellos alimentos que no se hayan consumido en la comida, al mismo tiempo que sean digeribles y no pesadas, para que durante el sueño la digestión sea fácil. Por ejemplo, verduras cocidas, sopas, pescados, lácteos, etcétera.

Prevención de la obesidad infantil

Según los datos del estudio ALADINO 2019 sobre obesidad infantil (Estudio de ALimentación, Actividad física, Desarrollo INfantil y Obesidad en España) el 23,3% de los escolares españoles entre 6 y 9 años tiene sobrepeso, mientras que el porcentaje de obesidad alcanza el 17,3%. Por otra parte, la información recogido para elaborar el estudio ENE-COVID reveló que un tercio de los niños, niñas y adolescentes en España tiene exceso de peso, y uno de cada 10 sufre obesidad. Por ello, queda mucho trabajo por hacer en la lucha frente a la obesidad infantil, en la que destacan dos pilares fundamentales:

La alimentación saludable

Para prevenir la obesidad infantil es necesario que el niño conozca los alimentos que come y esté familiarizado con los hábitos alimentarios. En nuestro país, sin embargo, los niños comen cada vez menos fruta, verdura y patatas, y más comida preparada, bollería industrial, grasas…, lo que hace que se disparen los datos de obesidad.

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Obesidad infantil

Una manera para frenarlo es dando a los niños almuerzos para el colegio y meriendas saludables, que incluyan opciones con fruta. Se les puede hacer participar en la cocina para que manipule los alimentos frescos y comience a forjar un hábito de vida saludable. También se les debe informar de los riesgos de una comida insana y la obesidad que conlleva.

Además, según ha afirmado el MSSSI, el 7% de los niños no desayuna nada, lo que aumenta el riesgo de obesidad. Si a esto se le suma el sedentarismo y un sueño deficiente, es lógico que estas cifras sean tan llamativas.

Práctica diaria de ejercicio físico

Una vida físicamente activa repercute positivamente tanto a nivel físico, como psicológico. Los niños dedican cada vez menos tiempo libre a realizar ejercicio físico y más a ver la televisión o a jugar con el ordenador o la consola. Hay que procurar reducir el tiempo que pasan delante de la televisión, ya que les lleva al sedentarismo y a consumir comida sin control.

Al parecer el 37% de los niños que tienen un televisor en la habitación son obesos, un porcentaje que se sitúa en el 29% de los que dedican dos o más horas al ocio pasivo con las consolas. Por ello es bueno realizar controles a edades tempranas, para que aprendan buenos hábitos y los sigan durante la edad adulta.

Creado: 11 de agosto de 2010

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