Recomendaciones para que los niños sigan una dieta vegetariana

Las dietas vegetarianas –así como cualquier otro tipo de dieta basada en vegetales– en un entorno como el nuestro no son complicadas de seguir, basta con tener algo de información, tanto para hacer las elecciones adecuadas en el supermercado, como para planificar los menús semanales. En el caso de niños y adolescentes puede darse la circunstancia de que el menor haya decidido seguir una dieta vegetariana por sí mismo o que haya crecido en una familia vegetariana y, por lo tanto, forme parte de su vida.

A continuación, recogemos algunas recomendaciones para llevar una dieta vegetariana saludable en la infancia, evitando déficits nutricionales, y que son aplicables tanto para adultos, como para niños y niñas de más de dos años:

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  Información sobre nutrición: según la pediatra Miriam Martínez Biarge, es importante leer y aprender unos principios básicos de nutrición; algo que la experta cree que es positivo siempre, “seas vegetariano, vegano o no vegetariano”. Martínez sostiene que en la actualidad hay muchos libros, blogs, cursos y otros recursos de buena calidad en internet. En algunas ocasiones también plantea que puede ser útil consultar con un nutricionista “para que nos oriente en un momento determinado, sobre todo al inicio, o para resolver algunas dudas”.

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  Suplementos de vitamina B12: en cuanto a los suplementos en niños y adolescentes que siguen esta dieta, Miriam Martínez apunta que, como en el caso de las personas adultas vegetarianas, los niños y niñas ovolactovegetarianos y veganos deben tomar un suplemento regular de vitamina B12. “Este suplemento se toma por vía oral, no es de origen animal, y se puede tomar una sola vez por semana”.

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  Otros suplementos nutricionales: además de la vitamina B12 puede ocurrir que en alguna circunstancia concreta sean necesarios otros suplementos, pero esto no es diferente de las dietas no vegetarianas. Según señala la pediatra, todos los bebés menores de 12 meses deben tomar suplementos de vitamina D, sea la madre vegetariana o no, y este suplemento también está indicado en las personas que no salen suficientemente a la calle y no les da el sol.

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  Verduras y frutas deben ser la base de la alimentación, aunque esto no es distinto con respecto a cualquier otra dieta. En concreto deben constituir el 50% del volumen de la alimentación diaria de todas las personas (sean vegetarianas o no) en cualquier etapa de la vida a partir de los dos años. Así lo recoge la guía de Pequeños cambios para comer mejor elaborada por el departamento de salud de la Generalitat de Catalunya.

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  Las fuentes proteicas deben ser de calidad (legumbres y sus derivados; y huevos y lácteos en el caso de ovolactovegetarianos) y consumirse a diario en las cantidades adecuadas. “En cada comida debe haber una ración de alguno de estos grupos, principalmente legumbres. Es recomendable que al menos haya una ración de legumbres cada día”, explica Miriam Martínez en el documento Niños vegetarianos, ¿niños sanos?

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  Los frutos secos son importantes también y deben formar parte de la dieta diaria, ya que aportan proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales como el hierro o el calcio. En el caso de menores de tres o cuatro años pueden consumirse molidos, machacados o en preparaciones culinarias para evitar el riesgo de atragantamiento. Además de los frutos secos, se deben elegir otras fuentes de grasa de calidad como aceite de oliva virgen, semillas o aguacate.

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  Se debe optar preferentemente por cereales integrales, en lugar de cereales refinados, aunque como recuerda Lucía Martínez en Vegetarianos concienciados “no deben ser la base de la alimentación”. El motivo es que estos alimentos aportan sobre todo energía en forma de hidratos de carbono, por lo que las cantidades a consumir dependerán de las necesidades energéticas de la persona.