Una nutrición inadecuada de la madre durante la gestación y la lactancia influye decisivamente sobre los cambios que se producen en el ADN del bebé en esta etapa de su vida, y se asocia a futuras patologías en la edad adulta. Investigadores del Centre de Recherche de l'Institut du Cerveau et de la Moelle Epinière y de la Unité de Nutrition Humaine, han realizado un estudio en ratones que ha demostrado las repercusiones que los cambios en el gen de la leptina (hormona que regula el apetito) tienen sobre el metabolismo del bebé.

Los científicos asociaron las alteraciones que observaron con la dieta baja en proteínas durante el periodo perinatal con cambios en el gen de la leptina, una hormona crucial para el balance energético del organismo

Para llevar a cabo el estudio se dividió en dos grupos a las hembras de ratón embarazadas, y se alimentó a un grupo con una dieta baja en proteínas (10%), y al otro grupo (grupo control) con una dieta que incluía un 22% de proteínas. Tras finalizar la lactancia, se alimentó a todas las crías de ratón con la dieta del grupo control. Los resultaron mostraron que los ratones cuyas madres habían sido alimentadas con una dieta baja en proteínas eran más delgados y presentaban trastornos metabólicos cuando se hacían adultos. Los científicos asociaron las alteraciones que observaron con la dieta baja en proteínas durante el periodo perinatal con cambios en el gen de la leptina, una hormona que también está presente en la leche materna, que resulta crucial para el balance energético del organismo y que está implicada en enfermedades como la obesidad y la diabetes, ya que regula la reserva de grasas e informa al cerebro cuando la reserva está cubierta y, por lo tanto, no es necesario ingerir más alimentos.

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El trabajo revela que los procesos moleculares que se producen durante el periodo perinatal dejan una impronta en los genes del feto, que se mantendría a lo largo de su vida. Comprender el mecanismo de este proceso es fundamental para determinar estrategias de prevención de enfermedades metabólicas, y también contribuiría a mejorar las técnicas de reproducción asistida, así como las pautas de alimentación apropiadas para los bebés prematuros.

En la última década se han desarrollado diversos estudios que han demostrado que el tipo de dieta de la madre, tanto durante el embarazo, como durante la lactancia, jugaba un importante papel en el desarrollo de enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión cuando el niño llegaba a la edad adulta. La vulnerabilidad a padecer estas enfermedades comienza en el útero materno, ya que la mala alimentación de la madre en periodos críticos del desarrollo puede obstaculizar la formación y/o la función de ciertos órganos, como el páncreas, lo que puede llevar a padecer trastornos metabólicos. La alimentación en la primera etapa de la vida provoca, además, modificaciones químicas en los genes, condicionando su expresión y su función.

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Fuentes: CNRS (Délégation Paris Michel-Ange) (2011, July 4). Maternal nutrition: What impact does it have on gene expression? ScienceDaily

Actualizado: 14 de agosto de 2019

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