Beneficios del yogur para la salud

Tras la fermentación, el yogur adquiere unas características físicas, químicas y organolépticas propias que lo convierten en un producto lácteo de gran valor nutritivo y con determinados efectos positivos, tal y como han demostrado en diversos estudios científicos. De forma general, estos son algunos de los beneficios del yogur más interesantes para nuestra salud:

• Fácil de digerir: los yogures contienen proteínas de gran valor muy útiles para el ser humano y cuentan con una mayor digestibilidad que la leche.
• Fuente de calcio y otros micronutrientes: además, es una excelente fuente de vitaminas del grupo A y B, y de minerales como el zinc, el fósforo, el magnesio y calcio. Estos nutrientes son esenciales para la salud ósea, el metabolismo energético y la función inmunológica. En concreto, el calcio es un mineral que se incorpora rápidamente al metabolismo del tejido óseo contribuyendo a la prevención de patologías crónicas como la osteoporosis, una enfermedad que produce un deterioro del tejido óseo y que puede conllevar el aumento del riesgo de fracturas. 
• Postre bajo en grasas: su aporte calórico dependerá de la cantidad de grasa que contenga, y de si se han añadido otros ingredientes como azúcar, frutas, frutos secos, cereales, etcétera, pero en el mercado contamos con numerosas opciones, como los desnatados o los griegos, bajas en grasas.

• Aptos para intolerantes: la presencia de lactosa en el yogur es muy pequeña debido a que se transforma en ácido láctico y, por este motivo, las personas que padecen intolerancia a la lactosa suelen poder incluirlo en su dieta cotidiana.
• Aporte probiótico: aparte de su valor nutritivo, debido a las bacterias que contiene el yogur de forma natural, uno de sus mayores logros es su valor probiótico (que significa “a favor de la vida”). En numerosos trabajos científicos, como uno publicado en la revista Nutrition Reviews se han observado que, ingeridos en cantidades suficientes, los microorganismos del yogur colaboran en la digestión de la lactosa en aquellas personas que son sensibles o intolerantes, regulan la flora intestinal, protegen frente a la toma de antibióticos, regulan el tránsito intestinal, tienen efectos positivos sobre episodios diarreicos y en el estreñimiento, ayudan a la eliminación de sustancias tóxicas y carcinógenas, y producen ciertos tipos de células del sistema inmunitario.
• Protector del corazón: especialmente para los hipertensos, se ha demostrado que gracias a su aporte de calcio y probióticos el yogur puede ayudar a reducir los niveles de presión arterial y mejorar las contracciones y relajaciones del corazón, lo que contribuye a disminuir el riesgo de problemas cardiovasculares. Además, un estudio de la Universidad de Boston (EE.UU.) ha demostrado que este lácteo también puede ayudar a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares en hipertensos.
• Previene el sídrome metabólico: un estudio publicado en la revista Advances in Nutrition, reveló que comer un yogur al día podría ayudar a reducir hasta en un 23% el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, incluso en las versiones que contenían todas las grasas naturales.
• Reduce el riesgo de diabetes: un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE.UU.) descubrió que tomar al menos un yogur al día o 28 g podría reducir hasta un 18% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. 
• Bueno para tus ojos: una reciente investigación ha relacionado el consumo habitual de yogur desnatado con un menor riesgo de padecer cataratas, según un estudio publicado en el European Journal of Nutrition. 
• Versátil en la cocina: aunque todos lo ubicamos como un sabroso postre, el yogur tiene más recorrido en la cocina, ya que puede usarse por ejemplo para elaborar salsas para acompañar nuestras ensaladas o carnes, como una alternativa más saludable y menos calórica que la mayonesa. 

Es importante recordar que no todos los yogures son iguales. Los yogures naturales y aquellos con cultivos vivos activos son generalmente más beneficiosos. Los yogures con altos niveles de azúcar añadido o ingredientes artificiales pueden no ofrecer los mismos beneficios para la salud. Por lo tanto, es aconsejable leer las etiquetas y elegir yogures que sean bajos en azúcar y ricos en cultivos vivos. Además, es fundamental integrar el yogur en una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable para maximizar sus beneficios potenciales.