Pavo, proteínas de calidad
El pavo ha sido el gran protagonista de la mesa durante Acción de Gracias, pero no hay que dejarlo sólo para ocasiones especiales, pues su bajo contenido en grasa y su buen nivel proteico lo hacen muy recomendable.

Recomendaciones de consumo de pavo en la dieta

Un hombre corta una tajada de un pavo asado

La ración media de pavo aconsejable es de 125 a 150 g de pavo, deshuesado y sin piel, y se puede consumir varias veces por semana.

Por: Leire Moneo

Periodista experta en alimentación

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Al contener poca grasa y un buen nivel proteico, el consumo habitual de la carne de pavo es ideal para cualquier persona y no hay ningún problema en consumirlo durante varias veces a la semana. “De hecho, es un alimento perfecto para incluirlo durante las dietas de pérdida de peso y también para las personas que realizan mucho deporte y quieren ganar musculatura. Además de ser una buena opción para seguir una dieta sana y equilibrada, hay que tener en cuenta que al ser de fácil digestión es una buena opción para niños y también para personas con el estómago delicado”, confirma Jorge Ibarra, nutricionista de iNutralia.

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Según los expertos, la ración media aconsejable es de 125 a 150 g de pavo, hablando siempre de pavo deshuesado y sin piel, que es la parte menos saludable de este alimento. “Tal y como ocurre con el resto de carnes magras, las recomendaciones de consumo se sitúan entre tres y cuatro raciones a la semana, de las cuales una de ellas puede ser pavo, ya que tenemos que tener en cuenta que en las recomendaciones entran el resto de carnes y cortes magros”, puntualiza Ibarra.

Pavo, un alimento sin demasiadas restricciones

Las buenas características nutricionales que caracterizan a la carne del pavo permite asegurar que se trata de un alimento apto para todos los públicos, sin importar la edad ni las condiciones de salud. De hecho, por ejemplo, se trata de un alimento muy recomendado durante el embarazo, pues apenas aporta calorías y sí vitaminas, minerales y proteínas.

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Carne de pavo

Sin embargo, no hay que confundir la carne magra de pavo con los derivados de este animal, como el fiambre de pavo, “ya que al contener en su composición azúcar, grasa, sal, etcétera, no se recomiendan en personas con hipertensión, hipocolesterolemia, retención de líquidos ni diabetes. En este sentido, podemos decir que su consumo diario general no es demasiado recomendable”, recuerda Ibarra.

Y es que los embutidos derivados del pavo cuentan con el inconveniente de que se les añaden numerosos conservantes, además de contar con más grasas saturadas y un mayor índice de sodio, lo que resta los beneficios saludables de este alimento. Por ello, cuando elegimos fiambre, es recomendable decantarse por la pechuga de pavo baja en sal, pues en este caso se reducen los inconvenientes. Incluso, es posible encontrar en el supermercado pechuga de pavo sin gluten y sin lactosa, lo que hace mucho más recomendable su consumo para las personas intolerantes.

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Creado: 25 de noviembre de 2015

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