Alimentos de quinta gama
Actualizado: 29 de julio de 2022
Parecidos, pero no iguales. La gran diferencia entre los alimentos de cuarta gama y los de quinta gama estriba en que los primeros vienen crudos y los segundos han pasado por un proceso de precocción o precocinado para que sólo tengas que calentarlos. Su consumo también es prácticamente inmediato, aunque necesitarás una fuente de calor para poder consumirlos.
Algunos ejemplos cercanos de alimentos de quinta gama son la pasta fresca, las pizzas precocinadas, las lasañas o los canelones ya preparados, las brochetas para hacer a la plancha o a la barbacoa, las mazorcas de maíz, las hortalizas cocidas, los rollitos de primavera, las ensaladas templadas, y toda la variedad de platos que te pueden sacar de un apuro con sólo poner en marcha el microondas, el horno, la sartén o la cazuela de turno.
La oferta es tan amplia que encontrarás desde preparaciones cotidianas hasta los platos más sofisticados y dignos del mejor restaurante. Y es que, en muchos de ellos se utilizan este tipo de alimentos para agilizar el proceso de preparado y sacar los platos de la cocina lo antes posible, sin embargo, esto ha creado mucha controversia porque los que rechazan esta práctica alegan que se paga más dinero por un servicio de cocina y resulta ser alimentos de quinta gama.
Hay que tener mucho cuidado con estos alimentos precocinados, a pesar de que suelen durar entre dos y tres meses por su tipo de envasado, se debe comprobar si está en buen estado, pues puede haberse roto la cadena del frío o haberse pinchado. También es importante conocer que muchos de ellos tienen grandes cantidades de sal en sus componentes. Mira minuciosamente el etiquetado y valora si merece la pena adquirirlo.
Creado: 5 de septiembre de 2012