Beneficios de la comida picante para la salud y contraindicaciones
Por: Leire Moneo
Periodista experta en alimentación
Actualizado: 28 de julio de 2023
Más allá de un toque de distinción en algunas recetas y de una excitante experiencia gastronómica, el picante puede presumir, además, de tener numerosos beneficios para la salud, siempre y cuando se tome con moderación. Y esa moderación se traduce, según los expertos, en tres comidas picantes a la semana.
Las bondades terapéuticas del picante pasan por su alto contenido en vitaminas y su poder antioxidante y antiinflamatorio. “Tradicionalmente los picantes naturales han sido utilizados para estimular la circulación sanguínea, promover la sudoración, y mejorar la digestión, sin pasar por alto que por sus propiedades fungicidas, bactericidas, antisépticas y antiinflamatorias, se aconsejan como conservantes de alimentos para así evitar toxiinfecciones alimentarias, así como apoyo terapéutico para resfriados o dolor, para prevenir la parasitación intestinal, etcétera”, asegura Estrella Alborch, dietista y nutricionista.
Posible poder anticancerígeno y adelgazante del picante
Algunos de los mitos más extendidos del picante son sus posibles poderes anticancerígenos y adelgazantes, unas virtudes que, aunque están basadas en argumentos válidos, no están científicamente demostradas en los seres humanos. A pesar de ello, “sí existen diferentes estudios que han conseguido relacionar algunos componentes de los picantes, como el gingerol del jengibre, o la curcumina presente en mostaza o curry, con una disminución de la propensión a padecer algunos tipos de cáncer como el colorrectal o de las vías urinarias. Pero, a día de hoy, no se tienen evidencias científicas suficientes como para poder afirmarlo”, matiza la nutricionista.
El mito del poder adelgazante del picante se basa en su capacidad para estimular la circulación sanguínea, “lo que provoca un aumento de la sudoración y, por lo tanto, el gasto energético metabólico se ve ligeramente aumentado, pero lo cierto es que estas reacciones corporales no son suficientes para poder afirmar que las comidas picantes adelgazan, o que son quemagrasas”, asegura Estrella Alborch, quien reitera que “no existen evidencias científicas que confirmen dichas hipótesis”. “Solo se ha demostrado en estudios con animales y no con humanos, a día de hoy”, explica Francisco Javier Osuna Prieto, investigador del Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud de la Universidad de Granada.
Una revisión de estudios presentada en la Asociación Americana del Corazón pone de manifiesto que incluir en las comidas habituales guindilla (ají o chile) podría asociarse a una reducción del riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares o cáncer. En relación a esto, Francisco Javier Osuna explica que "los alimentos con picante mejoran la salud cardiovascular, ya que influyen en los niveles de glucosa y lípidos en sangre, lo que ayuda a optimizar el colesterol".
Así lo ha demostrado un estudio hecho en más de 500.000 personas a las que se les hizo un seguimiento de entre 9 y 10 años. Los resultados mostraron que tomar alimentos picantes entre tres y cuatro veces a la semana reduce el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
Contraindicaciones del picante
A pesar de sus virtudes, el picante es un mal compañero de viaje para ciertos comensales, ya que puede agudizar algunas enfermedades crónicas y determinados problemas de salud. “El picante no debe prohibirse en ninguna dieta, ya que para cualquier persona sana los condimentos picantes pueden mejorar la digestión y reducir determinadas dolencias. Sin embargo, deben evitarlos quienes padecen úlcera de estómago, gastritis, dispepsia, acidez de estómago, colon irritable, o cualquier otra afectación del aparato digestivo, ya que el consumo de alimentos picantes puede irritar el revestimiento del estómago y el esófago en personas susceptibles.
Además, deben evitarse en caso de hemorragias digestivas, patologías hepáticas o urinarias, así como en las personas con hemorroides”, explica la nutricionista Estrella Alborch, quien matiza que “esta recomendación no significa que los condimentos picantes puedan producir este tipo de dolencias, sino que podrían agravar sus síntomas”, debido a la irritación del tracto gastrointestinal.
Por otro lado, algunas personas pueden tener una mayor sensibilidad a los alimentos picantes, lo que puede provocar dolor, irritación o ardor en la boca y la lengua, de ahí que cada individuo tenga un umbral de picante que puede soportar.
Por último, y aunque es poco común, algunas personas pueden ser alérgicas a ciertos componentes de los alimentos picantes, como los pimientos, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas, desde leves a severas, y deberían evitarlo.
Por todo ello, la moderación se convierte en el consejo más eficaz para lograr que el picante sea un buen aliado y no un obstáculo en nuestra salud. Y es que, “cualquier alimento consumido en gran exceso, no está exento de riesgos para nuestra salud”, recuerda la especialista.
Creado: 20 de abril de 2016