Claves para preparar una cena ligera
Por: Leire Moneo
Periodista experta en alimentación
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
El verano implica, en muchos casos, un cierto descontrol de hábitos y horarios que puede suponer una dieta desequilibrada. Sin embargo, ya sea en casa o en un chiringuito de playa, resulta imprescindible apostar por cenas suaves que ayuden a conciliar mejor el sueño y, por tanto, a descansar bien.
Aunque esto pueda parecer complicado, lo cierto es que es una alternativa más sencilla de lo que imaginamos a priori. “Para que una cena sea completa, nutritiva y ligera debe componerse de todos los nutrientes necesarios (hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales), destacando su contenido en verduras y hortalizas y disminuyendo los hidratos de carbono y las grasas”, asegura la dietista Nazareth Pereira, quien recomienda que para conseguirlo debemos “utilizar alimentos en su mayor medida naturales y frescos, así como evitar precocinados y el empleo de salsas grasas”.
Además, lo más recomendable es optar por métodos de cocción saludables como el vapor, la plancha o el horno, ya que aportan muy pocas grasas y logran sabores y recetas muy apetecibles”. En este sentido, Misael León, gerente de Ensaladas y +, recomienda “cenar pescados blancos y carnes blancas como la del pollo o el pavo. Si añadimos estos ingredientes a una buena ración de verduras, tendremos una cena redonda y ligera”.
Ensaladas, las reinas del recetario veraniego
La ensalada es, por norma general, el plato que solemos identificar más fácilmente con una cena ligera, sana y refrescante, ya que suele tener un elevado nivel de aporte hídrico. “Debemos elegir una ensalada con hortalizas y verduras crudas, de forma que podamos obtener de sus ingredientes todos los nutrientes que contienen. Además, la mayoría de los vegetales aportan grandes cantidades de agua y fibra, por lo que son ideales para una dieta equilibrada y refrescante”, confirma Misael León.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones, ya que la clásica lechuga no siempre es la mejor opción, pues por su alto contenido en fibra insoluble puede provocar gases, indigestión e hinchazón abdominal. “Lo ideal es combinar las diferentes partes de las verduras, como hojas, raíces, tallos y frutos, ya que cada una de estas partes hace de la ensalada una auténtica explosión de sabores. Además, jugar con los diferentes matices que aportan cada uno de estos ingredientes convierte las ensaladas en divertidas, originales y no aburridas e insípidas”, detalla León.
Y no hay que excederse ni en aliños ni en complementos, ya que “para que las ensaladas sean sanas y equilibradas debemos evitar alimentos grasos y salsas, apostando por aliños ligeros o vinagretas, sin abusar nunca del aceite”, matiza Nazareth Pereira.
Creado: 26 de agosto de 2015