Comer pescado azul mejora el rendimiento del cerebro

Una rigurosa investigación, que ha empleado resonancias magnéticas para medir el volumen cerebral de los voluntarios que han participado en su realización, asocia el consumo de pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3, con un menor envejecimiento del cerebro y un mayor rendimiento cognitivo. Hasta ahora, numerosos estudios han demostrado que comer pescado con frecuencia es una buena forma de prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares o demencia, entre otros trastornos, pero este nuevo trabajo, publicado en Neurology, destaca porque los investigadores han comprobado cómo el volumen del cerebro de las personas que incluyen menos pescado en su dieta habitual es menor y, según sus autores, esa disminución de volumen equivaldría a un envejecimiento cerebral de dos años.

Las personas con una dieta pobre en omega-3 tenían un menor volumen cerebral, una inferior capacidad de pensamiento abstracto, más dificultades para resolver problemas y peor memoria visual

Los científicos, de la Universidad de California de Los Ángeles, en Estados Unidos, reclutaron a voluntarios sanos de un famosos estudio a largo plazo que comenzó en 1948, el estudio Framingham, que tenía por objeto detectar cuáles eran los factores de riesgo que predisponían a la aparición de patologías cardiovasculares. En total, escogieron a 1.575 hombres y 854 mujeres, con edades comprendidas entre los 67 y los 69 años.

Al inicio, todos ellos cumplimentaron diversos test para evaluar sus capacidades cognitivas, y se les realizó una resonancia magnética para medir su volumen cerebral. También anotaron los niveles en sangre de dos ácidos grasos omega 3 –DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentanoico)- cuya presencia se había relacionado en estudios anteriores con menor riesgo de sufrir demencia, y comprobaron el índice de masa corporal (IMC) y la presencia de factores de riesgo vascular, como el incremento del nivel de homocisteína -que predice un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus. Registraron, además, el nivel de la alipoproteína APOE 4, que se asocia con mayores posibilidades de desarrollar alzhéimer.

Los resultados de la investigación evidenciaron que las personas que ingerían menos alimentos con omega-3 y presentaban por tanto menores niveles en sangre de DHA, tenían un volumen cerebral menor, lo que se traducía en una inferior capacidad de pensamiento abstracto, más dificultades para resolver problemas, y una memoria visual peor. Las conclusiones de este estudio confirman los beneficios de consumir pescado azul con regularidad (se recomiendan unas tres raciones por semana), aunque los investigadores todavía desconocen cómo ejerce este alimento su acción protectora sobre el cerebro y el corazón.