La delgadez constitucional es muy difícil de tratar. Las personas afectadas presentan serias dificultades para engordar, y si lo consiguen, les resulta complicado mantener el peso corporal ganado. Sin embargo, una dieta hipercalórica equilibrada, la actividad física adecuada, así como técnicas de relajación y control del estrés pueden ayudar a mantener un peso cercano al reconocido como saludable para su talla, sexo y edad.
Características de una dieta hipercalórica saludable
Una dieta hipercalórica no debe realizarse sin el seguimiento y la supervisión de un nutricionista. Es fácil caer en la trampa de aumentar la cantidad de alimentos y escoger aquellos más calóricos, como los ricos en grasas y azúcares, inclinando a la persona a desajustes nutricionales como un exceso de grasas saturadas, azúcares y sodio. Las claves para que la dieta hipercalórica sea saludable son las siguientes:
- Que la dieta sea equilibrada en nutrientes, de forma que se cubran los requerimientos de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), pero también de micronutrientes (vitaminas y minerales).
- Es mejor repartir la ingesta a lo largo del día en 5-6 tomas, que hacer 2-3 comidas copiosas. En este último caso, es fácil llenarse antes y no terminarse todo lo que hay en el plato. Se ha visto que en muchos casos, las personas con delgadez constitucional se sacian antes, con lo que dejan de comer también mucho antes.
- No hay que olvidar la actividad física: en contra de lo que se podría pensar, es recomendable realizar actividad física tipo musculación suave, evitando los ejercicios aeróbicos que activan el metabolismo y quema grasas.
- Controlar el estrés: el estrés puede ser un factor de pérdida de peso en muchas personas. Si es el caso, se recomienda aprender técnicas y ejercicios de relajación, sobre todo después de comer para evitar aumentar el gasto energético y la quema de calorías.
- Los platos han de ser de poco volumen, pero concentrados en energía: esto quiere decir que hay que escoger alimentos sanos, pero altos en calorías como el aceite de oliva o el de girasol, la margarina, la mayonesa, los frutos secos, los aguacates, los lácteos, las legumbres, los pescados azules, las carnes… Junto a ellos, no deben faltar los cereales integrales, la fruta y las verduras.