La importancia del desayuno
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
“Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”. Este refrán resume el gran valor de la primera toma de la jornada. No es la primera vez y, supongo que no será la última, que oímos que el desayuno es la comida más importante del día; que no debemos saltarla y que debemos tomarnos nuestro tiempo para desayunar correctamente. Y es cierto, pero… ¿por qué? O mejor dicho, ¿para qué es fundamental el desayuno?
La palabra desayuno ya nos indica mucho: des-ayuno, ‘deshacer el ayuno’, es decir, romper con esas horas nocturnas sin haber ingerido alimento. Durante la noche, lo habitual es no realizar actividad física o mental, salvo turnos de noche y excepciones, por lo que la energía necesaria es la de mantenimiento de nuestras funciones básicas. Tras diez o doce horas de ayuno, las reservas a corto plazo están agotadas. Por este motivo, el desayuno realmente recarga la batería de nuestro cuerpo. Y es más que una metáfora. Introduce glucosa en sangre para llegar a las células del cerebro y los músculos.
Por qué es importante desayunar bien
Si pensamos en los pequeños de la casa y su programación, ¿no es cierto que cuando más ejercicio mental y físico realizan es durante la jornada matinal? Se supone que es cuando más descansados están y mejor asimilan toda esa actividad. Pero si los niños no disponen de material energético para estar concentrados en clase y coger los apuntes clave, aparece la sensación de somnolencia, cansancio y malestar y, como consecuencia, bajo rendimiento escolar. Si los jóvenes tienen su cerebro y músculos con las reservas bajo cero, no son capaces de seguir el ritmo trepidante de su día a día. Si los adultos comenzamos nuestra jornada laboral sin haber alimentado a nuestro organismo, es imposible que el rendimiento vaya acorde a nuestros esfuerzos.
En muchos casos, priorizamos dormir diez minutos más a desayunar en condiciones, sin tener en cuenta que, esos diez minutos suponen no poder estar al nivel de nuestras exigencias durante toda la mañana. De hecho, según el estudio Enkid, el 8,2% de los niños y jóvenes no desayuna; aproximadamente el 20-30% de los escolares no realiza un desayuno completo; y únicamente el 34% de los adolescentes emplea más de 10 minutos en tomar el desayuno. Quizá es un reflejo de cómo desayunan los datos, y es que, según datos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) de 2020, el 55,3% de la población española adulta le dedica menos de 10 minutos al desayuno, y solo el 29% de los encuestados lo hace sentados y en compañía.
Craso error, ya que en todas las etapas de la vida necesitamos la glucosa del desayuno:
Además, hay estudios que demuestran que, si no se toma un desayuno adecuado que cubra las necesidades de nuestro organismo, el deseo de consumir alimentos grasos durante la mañana será mayor, por lo que también aumenta el riesgo de excesos. Es decir, un desayuno saludable y completo colabora en el mantenimiento del peso corporal correcto y es un factor preventivo de sobrepeso y obesidad. Este dato se refiere tanto a niños y adolescentes como a adultos.
Los expertos en nutrición recomiendan incluir una bebida (lácteos o bebida combinada con ellos), alimentos del grupo de los cereales y derivados y fruta. Sin embargo, solo el 13,5% de los encuestados por la FEN cumple con estas reglas en sus desayunos.
Creado: 4 de febrero de 2014