Alimentos transgénicos, ¿una alternativa fiable?
Sobre los transgénicos, alimentos modificados genéticamente, muchos no tienen una idea clara ni de qué son ni de sus implicaciones, de ahí que susciten miedos e incognitas. Intentamos resolver tus dudas.

El etiquetado de los transgénicos, la mejor garantía

Por: Adriana Hernández

Social Media Manager y periodista experta en nutrición y vida sana

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

En 2016 entró en vigor en Estados Unidos la Ley Federal del etiquetado transgénico, por la que todos los alimentos (salvo excepciones) elaborados con ingredientes que hayan sido modificados genéticamente tendrán que indicarlo en el etiquetado (aunque deja libertad a las empresas para que den esta información directamente impresa o a través de medios digitales como códigos QR o mediante un teléfono de atención, medios menos accesibles para los consumidores que la etiqueta). Esta ley establece el marco para el etiquetado y en 2018 se desarrollarán las normas específicas.

PUBLICIDAD

Por su parte, la Unión Europea ha apostado por una legislación basada en la información al consumidor, a través de un reglamento muy restrictivo. Esto se ha traducido en una normativa que desde el inicio de su aplicación en el año 2004, obliga a los productores a indicar en la etiqueta que se trata de un alimento modificado genéticamente o elaborado a partir de un transgénico. De esta forma, todos los productos que estén compuestos por OMG o contengan ingredientes producidos a partir de organismo modificado genéticamente (OMG) en cantidad superior al 0,9% se etiquetan como “modificado genéticamente” o “contiene (ingrediente) modificado genéticamente”.

El etiquetado de los transgénicos

No obstante, a pesar de las fuertes medidas de control instauradas por la Unión Europea, los opositores consideran que resulta prácticamente imposible etiquetar algunos alimentos modificados genéticamente, como la soja, el trigo o el maíz, vendidos tradicionalmente a granel.

PUBLICIDAD

El futuro de la alimentación transgénica

Hasta finales de los años 90 la tecnología aplicada en estos superalimentos se dedicaba por entero a aumentar y mejorar el estado de las cosechas y su producto final.

En la actualidad, las investigaciones van más allá. Los transgénicos ‘de segunda generación’ se están utilizando para mejorar la salud. Es el caso de emplear los alimentos como dispensadores de una vacuna frente al cólera o como vehículo en vacunas para alérgenos como en el caso del cedro del Japón. “El ideal sería que en esta segunda fase nutricionistas, ecólogos y biotecnólogos se uniesen en proyectos conjuntos de investigación, por supuesto con financiación transparente, e hiciesen de esta herramienta científica un mecanismo de mejora para la nutrición del mundo animal, humanos incluidos prioritariamente”, expresa la Dra. Pascual.

PUBLICIDAD

Creado: 11 de octubre de 2011

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Ver artículos de esta sección