Qué es el mijo, composición nutricional
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
El mijo es un cereal muy consumido en Oriente, especialmente en amplias regiones de China e India. En otras culturas más occidentales, hasta hace poco tiempo no ha sido tan valorado o tenido en cuenta para la alimentación humana y su uso se dirigía, casi exclusivamente, a la alimentación animal y formaba parte del llamado alpiste.
En la actualidad esta tendencia está cambiando debido a las múltiples propiedades beneficiosas de este alimento y a la búsqueda de nuevas alternativas de consumo para personas que padecen alguna intolerancia a otro tipo de cereales más utilizados en zonas occidentales.
Además, actualmente existe un claro consenso científico que aboga por el aumento del consumo de alimentos de origen vegetal frente a la avalancha de productos o derivados animales. Por ejemplo, la recomendación actual sobre proteínas de la dieta señala que la mitad deberían ser vegetales y la otra mitad de origen animal. Sin embargo, en los países más industrializados la prioridad del consumo de proteínas animales es abrumadora, y muchas de estas proteínas van unidas a grasas no muy saludables, lo que puede terminar derivando en un problema. Gracias a esta vía de favorecer los alimentos vegetales, se proporciona al consumidor final la posibilidad de adquirir una serie de productos que hasta hace poco tiempo no estaban fácilmente disponibles; uno de ellos es el mijo.
Composición nutricional del mijo
El mijo posee varias especies derivadas, pero para hablar de su composición nutricional hemos hecho una media entre todas ellas:
Respecto al valor calórico, aporta unas 350 kilocalorías por 100 gramos de producto, valor muy similar al resto de cereales como pueden ser el arroz o el maíz. Además, este dato no es especialmente elevado, ya que no debemos olvidar que se trata de la energía contenida en 100 gramos de cereal, una cantidad que no se suele tomar en una única ración.
El contenido en proteínas también es parecido al de otros cereales, con 11 gramos por 100 gramos de mijo. Con el consumo de este tipo de alimentos se puede ayudar a equilibrar la balanza entre la proteína vegetal y la animal.
En cuanto al contenido graso, contiene 4 gramos de lípidos en cada 100 gramos de cereal. Es un contenido bajo, y aunque sí es cierto que el trigo, por ejemplo, posee un contenido algo menor, hay que decir en defensa del mijo que la mayor parte de esta grasa es insaturada y, por tanto, con una relación más beneficiosa a nivel cardiovascular. Además, no contiene colesterol.
La mayor proporción del cereal corresponde a hidratos de carbono, unos 64 gramos por 100 gramos de mijo, lo que lo convierte en un alimento con función energética a corto y medio plazo. Ya hemos visto que más de la mitad del total del grano es hidrato de carbono y, de esa cantidad, la inmensa mayoría se encuentra en forma de almidón. Solo unos 8 gramos están en forma de azúcares de más rápida absorción.
En cuanto al valor de fibra, también el mijo arroja datos interesantes como los 8 gramos aproximadamente por cada 100 gramos, lo que lo convierte en un cereal bastante laxante, si tenemos en cuenta que el trigo integral posee 9 gramos, y la harina de centeno unos 11 gramos.
Los minerales que destacan en su composición son el potasio y el magnesio, y también contiene ciertas cantidades de calcio, hierro y yodo, pero estas últimas no son especialmente llamativas.
Y respecto a las vitaminas, el punto fuerte está en el ácido fólico, elemento protector del desarrollo neurológico. Aunque también posee cantidades reseñables de niacina, riboflavina y tiamina, todas ellas vitaminas del grupo B, que están relacionadas con la producción de energía en nuestras células.
Creado: 26 de agosto de 2014