El tomate en la cocina: consejos y conservación

El tomate es una de las frutas más ampliamente utilizadas en la cocina. Forma parte de numerosas recetas, como ingrediente principal, o como base de otras preparaciones. Desde gazpachos, salmorejo, sencillas ensaladas con queso o incluso relleno de multitud de ingredientes, gratinados, en compota, gelatina o sopa fría, a caldos, sofritos y salsas.

Consejos para cocinar los tomates y disfrutar su sabor

Debido a sus diversas variedades y sus distintas formas de cocinado, el tomate es un alimento con muchas aristas con las que jugar a la hora de cocinar. A continuación, te damos algunos trucos para sacarle todo el partido en tus recetas:

• Aroma y frescor: el sabor del tomate puede variar si se quita la piel, la gelatina y las semillas a la hora de cocinarlo, potenciándose el sabor dulce, pero reduciendo el aroma fresco característico. Sin embargo, pueden añadirse unas hojas de tomate al final de la cocción de una salsa para recuperar algunas de esas notas de tomate fresco.
• Controlar la acidez: por otro lado, el sabor de la salsa de tomate puede intensificarse y reducir su nivel de acidez añadiendo azúcar, o aumentar su grado de acidez con un poco de vinagre o algún tipo de vino blanco.
• Textura: los tomates en lata son más costosos de cocinar al añadírseles sales de calcio para mantener su firmeza; por eso tardan más en deshacerse. Así pues, para hacer salsas de tomate de textura fina es mejor observar en la etiqueta que no lleven calcio.
• Acompañantes: Las especias como el orégano o la albahaca fresca son grandes compañeros de los tomates, además de un buen chorro de aceite de oliva.
• Pelado fácil: si se te resiste el tomate a la hora de pelarlo existe un truco para hacerlo rápido y sencillo. Basta con meterlo bajo el agua caliente del grifo o escaldarlos en una olla con agua hirviendo habiéndole hecho unas pequeñas incisiones previamente. Saldrá toda la piel sin ningún problema.

Conservación de los tomates

Los tomates son frutos de clima cálido y deben almacenarse a temperatura ambiente, ya que de lo contrario pierden gran parte de su sabor. Cuando maduran en la planta tienen más azúcar, ácidos y componentes aromáticos, así como un sabor más completo. Pero casi todos los tomates del supermercado han sido recogidos y embarcados cuando aún estaban verdes, y para favorecer el desarrollo del característico color rojo son estimulados con etileno, de ahí que tengan menos sabor que un tomate recogido maduro de la planta.

Si has comprado unos tomates que todavía están algo verdes y necesitan madurar, puedes envolverlos en papel de periódico para que lo hagan antes, o dejarlos cerca de una ventana para que le de el sol de manera indirecta.