Embutidos: recomendaciones de consumo
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La pirámide de los alimentos nos aconseja tomar estos productos solo de forma esporádica y que no formen parte de nuestra dieta de manera habitual. No hay una recomendación de consumo de embutidos consensuada, pero podríamos decir, en general, que cuanto menos se coman, mejor. Si con alguno se puede levantar un poco la veda es con el lomo embuchado y con el jamón de York, y siempre valorando el inconveniente de su alto contenido en sal.
Para las personas que padezcan algunas patologías está especialmente contraindicado el consumo de embutidos, y como veremos a continuación son bastantes los casos a tener en consideración.
Por ejemplo, hay que restringir su ingesta en las dietas de protección cardiológica, en las dietas hiposódicas o bajas en sodio, en las dietas hipocalóricas o bajas en calorías, en las dietas biliares o bajas en grasa, y en las dietas bajas en colesterol.
También si se padece hernia de hiato, acidez gástrica, o malas digestiones, aquellos embutidos más ricos en especias picantes, ácidas, o en pimentón, no suelen ser bien tolerados. Y cuando existe algún episodio de diarrea los embutidos tampoco contribuyen a solucionar el problema.
Los pacientes que estén siguiendo dietas en las que sea necesario tomar los alimentos cocinados, como ocurre en los casos en los que se ha producido una bajada de defensas, como durante el tratamiento contra el cáncer o el VIH, los embutidos crudos constituyen un posible foco de gérmenes nocivos para estas personas. Y lo mismo ocurre con aquellas mujeres embarazadas que no hayan pasado toxoplasmosis.
Creado: 18 de noviembre de 2014