La dieta mediterránea, buena también para el cerebro

Seguir una dieta mediterránea que incluya alimentos como el aceite de oliva virgen o los frutos secos, protege el cerebro frente al envejecimiento, mejorando la capacidad cognitiva y reduciendo el riesgo de demencia.
Dieta mediterránea

Un estudio en el que han participado 522 personas con un alto riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular debido a que presentaban factores desfavorables como hipertensión, diabetes tipo 2, sobrepeso, tabaquismo o hipercolesterolemia, entre otros, ha revelado que seguir una dieta mediterránea, en la que se incluyan alimentos como el aceite de oliva virgen o los frutos secos, mejora la capacidad cognitiva.

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La investigación que ha llegado a esta conclusión, y que se ha publicado en ‘Journal of Neurology Neurosurgery and Psychiatry’, ha sido realizado por científicos de la Universidad de Navarra en el marco del ensayo PREDIMED, –que tiene como objetivo encontrar las mejores medidas preventivas para evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares–, y que hace unos meses ya demostró los grandes beneficios que aporta la dieta mediterránea a la salud del corazón.

La capacidad cognitiva era mejor en las personas que habían seguido una dieta mediterránea, y tanto la incidencia de deterioro cognitivo leve como de demencia, también era menor en este grupo

Los autores del estudio dividieron a los voluntarios –con edades comprendidas entre los 55 y los 80 años– en dos grupos, uno de los cuales siguió la dieta mediterránea, mientras que el grupo control se alimentó con una dieta baja en grasas, que es la que habitualmente se recomienda para prevenir trastornos cardiacos y accidentes cerebrovasculares.

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Tras una media de seguimiento de seis años y medio, los participantes en el estudio se sometieron a diversos test para evaluar su función cerebral y detectar si había signos de deterioro cognitivo.

Los investigadores evaluaron la memoria, el pensamiento abstracto, la capacidad de atención y la orientación, entre otras funciones, y descubrieron que la capacidad cognitiva era mejor en las personas que habían seguido una dieta mediterránea, y que tanto la incidencia de deterioro cognitivo leve como de demencia, era significativamente menor en el grupo con este patrón alimenticio, en comparación con los que tomaron una dieta baja en grasas.

Los expertos señalan que la protección del cerebro frente al deterioro derivado del envejecimiento podría deberse a los efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre la salud, ya que este alimento favorece la eliminación de la proteína beta-amiloide –asociada al desarrollo de alzhéimer– del cerebro, y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

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Actualizado: 3 de marzo de 2020

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