La sandía en la cocina: recetas refrescantes
Actualizado: 3 de junio de 2024
Como fruta que es lo más habitual es consumir la sandía de postre después de las comidas. Sin embargo, la pulpa también puede confitarse (tras haberse secado previamente) y cocerse para hacer un jarabe o puré espeso, como el gazpacho de sandía.
Dado su alto contenido en agua no es una fruta que se preste a ser cocinada, pero con un poco de imaginación puede incorporarse en recetas de verano aportando un toque fresco a ensaladas o cremas frías. Aquí van algunas ideas para darle a la sandía un valor que vaya más allá que cerrar una comida:
Pizza de sandía con frutas
- Una rodaja entera de sandía
- Un yogur natural
- 3 fresas
- Un puñado de moras
- Un puñado de arándanos
- Un puñado de nueces
- ½ naranja
- Corta una rodaja entera de sandía, el grosor debe ser ancho para que sostenga sin problema el resto de ingredientes. Divídela en trozos como si fuesen porciones de pizza.
- A continuación, incluye unas cucharaditas de yogur natural por encima de la superficie, puedes utilizar del sabor que quieras, aunque el natural es la mejor opción para no camuflar la sandía.
- Lava las moras y los arándanos, y las fresas, y corta estas últimas en rodajas. Esparce el resto de frutas cortadas por encima de la pizza y corona con las nueces o los frutos secos que elijas.
- Exprime el jugo de la ½ naranja sobre toda la pizza para darle un toque fresco y cítrico.
- Puedes añadir algún tipo de sirope, por ejemplo, de chocolate. Sirve inmediatamente para disfrutar de la frescura de las frutas y la sandía.
- Este plato será muy visual para tus hijos y hará que coman fruta de una manera divertida.
Ensalada de sandía y queso feta
Esta ensalada es ideal para días calurosos, como entrada ligera o como acompañamiento de platos principales. Además, es una opción refrescante y nutritiva, rica en vitaminas y minerales. ¡Buen y jugoso provecho!
- 4 tazas de sandía en cubos
- 1 taza de queso feta desmenuzado
- 1/2 taza de hojas de menta fresca
- 1/4 de taza de cebolla roja en rodajas finas
- 1/4 de taza de aceitunas negras sin hueso (opcional)
- 1/4 de taza de almendras laminadas (opcional)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- Sal y pimienta al gusto
- Prepara la sandía: corta la sandía en cubos medianos, eliminando las semillas si es necesario.
- Corta la cebolla roja en rodajas finas y desmenuza el queso feta. Lava y seca las hojas de menta, y pica groseramente si son muy grandes.
- En un bol grande, combina los cubos de sandía, el queso feta, la cebolla roja, las hojas de menta y las aceitunas negras si las estás usando.
- Prepara el aliño en un pequeño bol o taza, para ello, mezcla el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la sal y la pimienta. Ajusta el sazón al gusto.
- Vierte el aliño sobre la ensalada y mezcla suavemente para combinar todos los ingredientes.
- Como toque final, si decides usar almendras laminadas, tuéstalas ligeramente en una sartén sin aceite hasta que estén doradas y agrégalas a la ensalada justo antes de servir.
Sorbete de sandía saludable
Este sorbete de sandía es una opción refrescante, hidratante y saludable para los días calurosos de verano, sin azúcares añadidos innecesarios y lleno de sabor natural. ¡Disfrútalo!
- 1 sandía mediana (aproximadamente 1.5 kg de pulpa)
- Jugo de 1 limón fresco
- 2-3 cucharadas de miel o sirope de agave o edulcorante natural (opcional)
- 1/2 taza de agua
- Hojas de menta fresca para decorar (opcional)
- Corta la sandía y quita todas las semillas. Saca la pulpa y córtala en cubos pequeños.
- Coloca los cubos de sandía en una bandeja para hornear en una sola capa. Mete la bandeja en el congelador durante al menos 2-3 horas o hasta que los cubos estén completamente congelados.
- Una vez congelada la sandía, colócala en una licuadora de alta potencia, añade el jugo de limón y el agua. Si deseas un sorbete más dulce, agrega la miel o el edulcorante natural al gusto. Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Si la mezcla es demasiado espesa, puedes agregar un poco más de agua.
- Vierte la mezcla en un recipiente hermético y colócalo en el congelador durante aproximadamente 1-2 horas. Cada 30 minutos, revuelve la mezcla con un tenedor para romper los cristales de hielo y obtener una textura más suave.
- Saca el sorbete del congelador unos minutos antes de servir para que se ablande un poco. Sirve en copas o vasos y decora con hojas de menta fresca si lo deseas.
Creado: 25 de junio de 2014