Insectos comestibles
A primera vista nos provocan repulsa, pero en determinadas culturas los insectos son un exquisito manjar. No sólo eso, desde la FAO se recomiendan para combatir el hambre por su elevado contenido en proteínas.

Los insectos comestibles más consumidos

Por: Leire Moneo

Periodista experta en alimentación

Actualizado: 20 de octubre de 2022

En todo el mundo se consumen más de 1.900 especies de insectos comestibles. Sin embargo, esta cifra sigue aumentando a medida que se llevan a cabo más estudios sobre esta cuestión. La mayoría de estas especies conocidas se recogen directamente del medio natural, pero los datos disponibles sobre las cantidades de insectos que son ingeridos en todo el mundo son escasos. En cualquier caso, sí hay acuerdo en que de los centenares de especies de insectos utilizados como alimento humano en todo el mundo, los más comunes pueden englobarse en cuatro grupos: escarabajos; hormigas, abejas y avispas; saltamontes y grillos y, por último, polillas, orugas y mariposas.

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Según la FAO, los insectos más consumidos son los escarabajos (coleópteros, 31%), las orugas (lepidópteros, 18%) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros, 14%). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros, 13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros, 10%), las termitas (isópteros, 3%), las libélulas (odonatos, 3%) y las moscas (dípteros, 2%).

Saltamontes comestibles

Viaje gastronómico: insectos por el mundo

Si aparece la tentación de probar un insecto y tenemos la oportunidad de viajar a países donde sí están a la venta, no hay que dejar escapar las siguientes recomendaciones:

  • Chapulines de México. Estos saltamontes son un alimento habitual en prácticamente todos los estados del centro y sureste del país, como Oaxaca o Morelos. Se pueden comer tostados o guisados con diferentes salsas y su sabor es parecido al chicharrón.
  • Gusano del agave en México. La forma más habitual de comerlo es muy frito o a la brasa, casi siempre con salsas muy picantes.
  • Hormigas culonas de Colombia. De pequeño tamaño, estas hormigas pueden tomarse como aperitivo, pues su sabor es parecido al cacahuete.
  • Siqui sapa peruana. Una especie de hormiga con abdomen prominente. Después de limpias, se asan hasta que se les quita la humedad para posteriormente freírlas en sal y manteca.
  • Suri peruano. Un gusano comestible típico del Amazonas. Los pueblos indígenas comen la larva del suri directamente del árbol o asados.
  • Picudo rojo. Es el escarabajo comestible más consumido del África subsahariana.
  • Cigarras africanas. Se suelen tomar tostadas y su sabor es parecido a las almendras.
  • Grillos tailandeses. El grillo común es un manjar en Tailandia, donde se come como aperitivo.

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¿A qué saben los insectos?

El reparo inicial a probar un insecto viene derivado, fundamentalmente, por la barrera psicológica del consumidor occidental. Por ello, una de las dudas más habituales es saber qué sabor tiene una cucaracha o una hormiga. Los que lo han probado aseguran que es difícil asociarlo a un alimento concreto, pues el sabor del insecto es muy particular y depende mucho del condimento o acompañante que se le ponga, como curry o incluso chocolate.

Sin embargo, según un estudio elaborado por la doctora Julieta Ramos-Elorduy, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, “hay gusanos que saben a queso, los chinches de monte se asemejan a las manzanas, los saltamontes se parecen al pollo y los huevos de hormigas podrían parecerse a la nuez y la mantequilla”. ¿Te atreves a probar?

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Creado: 1 de octubre de 2014

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